El obispo auxiliar de Santiago, Galo Fernández, hizo un llamado a los católicos a vivir estas fechas con austeridad.
“No hay ninguna obligación de comer ni pescados ni mariscos, por el contrario, dado el comercio que se produce en estas fechas, viene a ser una contradicción. Más bien a lo que invita la iglesia es a privarse de los alimentos más costosos y, en este caso, pareciera que también pescados y mariscos podrían entrar dentro de esta categoría”.
En cuanto al real sentido de esta celebración, monseñor Fernández recordó que la idea es vivir un tiempo de ayuno, reflexión, y solidaridad, en preparación a la fiesta de la Resurrección de Jesús.
“La idea es compartir de lo que nos privemos con nuestros hermanos más pobres, con los que más lo necesitan, así como Jesucristo renunció a su propia vida para entregarla por nuestra salvación. La letra y el espíritu a veces se contraponen. La letra había señalado privarse, y había puesto como ejemplo las carnes rojas, pero en rigor, a lo que se invita es a renunciar a alimentos costosos y a compartir eso con los más necesitados”.
ATENTADOS TERRORISTAS EN BRUSELAS
El obispo además lamentó los hechos ocurridos esta mañana en Bruselas: “Un mensaje de solidaridad con el pueblo de Bélgica y con quienes son familiares de quienes han fallecido en estos brutales atentados. También para la comunidad residente en Santiago y en el país. Esto es un signo más de que la intolerancia no conduce a nada, y que la violencia genera más cuotas de violencia. Creo que tenemos que buscar todos los caminos de integración, de diálogo y, por cierto, rezar por los lugares donde hay más situaciones de violencia”.
El Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, también envió un mensaje al pueblo de Bélgica y de nuestro país: “Es un nuevo hecho que nos estremece. Estremece nuestra conciencia humana y cristiana. La violencia siempre tiene como consecuencia más violencia, y creo que estos hechos, juntos con el repudio y junto con la oración por quienes lo han sufrido, los familiares, el dolor de tanta gente; tiene que educarnos para que emprendamos siempre caminos de entendimiento, de diálogo y de búsqueda de comunión. Eso es la escuela del bien que podemos sacar de las vicisitudes adversas de la vida humana. Que en nuestro país, que gracias a Dios es un país donde podemos vivir en paz, donde podemos gozar del respeto, estos hechos nos ayuden a seguir creciendo en lo que es la comprensión, buen trato, respeto recíproco, para que podamos construir de verdad una convivencia humana de paz, de serenidad y de fraternidad“.
Por su parte el Papa Francisco envío un telegrama dirigido a monseñor Jozef Del Kesel, arzobispo de Malines-Bruselas. Calificó los atentados como: “La violencia ciega que causa tanto sufrimiento” y pidió a Dios “el don de la paz”, invocando para las familias de las víctimas y los belgas el beneficio de las bendiciones divinas.
Fuente: Dirección de Comunicaciones Arzobispado de Santiago.