Como Agrupación de Periodistas y Profesionales de la Prensa Acreditada en el Congreso Nacional, manifestamos nuestra oposición a la indicación que pretende endurecer las penas ya existentes, a quienes filtren o difundan información relacionada con causas que se investiguen por parte del Ministerio Público.
Nos sumamos al rechazo más amplio que se ha generado en una parte mayoritaria de la opinión pública, que percibe el ingreso de dicha normativa, como un intento por coartar la libertad de prensa, en un escenario complejo particularmente para la clase política.
El ingreso de una indicación de esta especie, no ha hecho más que relevar una vez más que lamentablemente y pese a la necesidad nacional de afianzar la democracia con esfuerzos de más transparencia, el Senado de la República ha optado por profundizar en la cultura del secretismo anacrónico que le caracteriza.
Esta cultura se manifiesta no sólo en la votación de la indicación “antifiltraciones”, que esperamos se subsane a la brevedad posible, sino que adicionalmente también se expresa en los escasos avances por terminar con las sesiones sin publicidad y sin acceso a la prensa en varias comisiones del Senado.
De ello da cuenta que, por citar algunos ejemplos, en general las comisiones de Trabajo, Hacienda, Defensa y Relaciones Exteriores; no permiten el acceso de la prensa a cubrir íntegramente sus debates y votaciones, excepto para captar, eventualmente, algunas imágenes.
Esta política discrecional de algunos presidentes de comisión en el Senado debe terminar ahora. Más aún cuando el anterior presidente de la Corporación, Patricio Walker, anunció como una medida de la agenda de Probidad y Transparencia de la Cámara Alta, que TODAS las comisiones serían transmitidas vía streaming, cuestión que a la fecha no ocurre y que según la información que manejamos es altamente resistida por algunos señores senadores.
Es nuestra convicción que más transparencia y publicidad de los actos públicos son el factor esencial para profundizar el fortalecimiento de nuestra democracia y serán los catalizadores de una mejor relación entre la ciudadanía y sus representantes en el Congreso.
Finalmente invitamos a los legisladores a no insistir en el trámite de una norma que no puede ser sostenida en la agenda antidelincuencia. La norma antifiltraciones no resiste ni siquiera maquillajes, como el que se planteó a última hora en la comision de Constitución del Senado. Más aún, creemos que este debate debe ser materia de análisis en un proyecto diferente y en condiciones que permitan la más amplia participación de los actores pertinentes, y nunca más entre cuatro paredes.
Fuente: Bancada Diputados DC.