Girardi explica el letal cóctel que incrementó la marea roja
Desechos alimenticios, deposiciones de peces, excesos de antibióticos, fertilizantes agrícolas arrastrados hasta el mar y toneladas de salmones en descomposición en el fondo marino formaron el letal cóctel que origina el mayor frente de marea roja conocido, un fenómeno poco natural que, según el senador Guido Girardi, ha provocado “la más grave crisis ecológica del último tiempo”.
El senador Guido Girardi, aseguró que la mortandad de salmones ocurrida a principios de marzo pasado y el posterior vertimiento de miles de toneladas de peces muertos al mar contribuyó de manera significativa al incremento nunca visto de un fenómeno que dejó ser natural.
Para hacer tal afirmación el parlamentario PPD esgrimió el estudio “La marea roja y crisis de la industria salmonera en la Región de Los Lagos, recientemente publicado por Jorge Weil académico de la U de Los Lagos y Dr. en Economía U. de Paris.
Girardi explica que se altera el equilibrio ecológico desde el momento que extraen toneladas de merluzas y peces menores y elaborar harina de pescado para los salmones que capturan el 25% del alimento y el 75% restante se deposita en el fondo marino.
“A ello hay que sumarle las deposiciones de los peces y todos los fertilizantes químicos que se aplican en la agricultura y que finalmente van a dar al mar”, señaló el congresista y agregó que tanto los programas de limpieza de las empresas, así como la fiscalización pertinente, “no existen o son insuficientes”.
En su informe, Weil señala que “la alga marea roja no se alimenta de salmones podridos, sino que son los nutrientes y desechos del cultivo del salmón por décadas (principalmente fósforo y nitrógeno) que han deteriorado el mar y favorecido el surgimiento de algas nocivas con mayor amplitud geográfica e intensidad”.
Y Weil agrega que “la mortandad de salmones y las formas en que fueron repartidos solo aporta nutrientes adicionales en el borde costero que contribuyen indirectamente a acentuar el fenómeno”. (Se adjunta estudio)
Girardi recordó que la Comisión Desafíos del Futuro, que preside, analizó en dos oportunidades el problema y que personalmente visitó la zona donde “me reuní con las autoridades y los científicos locales” y que todos concluyeron en que es “imposible separar el deterioro ecológico del ecosistema marino de una práctica desregulada e irresponsable de las empresas del salmón en el manejo ambiental de sus procesos”.
El senador afirmó que el cuestionamiento a la salmonicultura es muy anterior “en 2007, durante la crisis del virus ISA, dijimos que el daño al medio ambiente generaría problemas dramáticos que afectarían a todos los seres vivos del ecosistema”.
El parlamentario afirmó que esta “actividad se desarrolló a su libre arbitrio sin políticas que la regulen ni recursos para investigar, monitorear y fiscalizar” y exhibió un mapa donde se puede apreciar la alta densidad de concesiones en los bordes costeros de Chiloé y Aysén. (Se adjunta mapa)
“Hay 1302 concesiones atiborradas una al lado de la otra y tienen una capacidad de carga que sobrepasa con creces la posibilidad de absorberla de un ecosistema limitado y frágil” afirma Girardi y agrega que a todo ese “cóctel letal hay que sumarle los 500 mil kilos de antibióticos que vierten al año, siendo que en Noruega –que tiene similar cantidad de cultivos- ocupa sólo mil kilos anualmente”.
Para el parlamentario de Santiago poniente, que desde los años 90 ha seguido de cerca el desarrollo de la salmonicultura y su relación con el medio ambiente, la responsabilidad de la “más grave crisis ecológica” es de las empresas, pero también de políticas desrreguladas y falta de fiscalización.
“Creo que los afectados por una errada política estatal deben recibir la mayor ayuda que sea posible para que una familia viva con dignidad. El Estado debe mantener el orden público, pero con cautela y responsabilidad”, afirmó el senador Guido Girardi.
Fuente: Prensa Senador Guido Girardi.