Este sábado 6 de agosto, la comunidad de bolivianos residente en Santiago, celebró la fiesta de su patrona, la Virgen de Copacabana y el día de su fiesta nacional, con un pasacalle que comenzó en el paseo Ahumada y que culminó en la pérgola de la Plaza de Armas.
Más de 2.200 personas, pertenecientes a 29 escuelas de baile de la ciudad, quisieron rendir tributo a la patrona de Bolivia, en esta festividad que se celebra en la capital de Chile hace 14 años, con el apoyo de la Arquidiócesis de Santiago, y en la que dan a conocer parte de su cultura a través de sus coloridos bailes folclóricos religiosos.
En la actividad, estuvo presente el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, quien expresó la cercanía y acogida de la Iglesia hacia todos los migrantes. “Esta es una gran manifestación de fe del pueblo boliviano que nos hace ver que podemos ser hermanos, podemos colaborar y construir la patria grande entre todos, eliminando los motivos de conflicto y sobre todo llevando adelante los temas que nos unen, para que así todos nuestros pueblos lleguen a la dignidad de hijos de Dios y puedan alcanzar el bienestar que todos anhelamos”, comentó.
Agregó que “El tema que tiene que guiarnos es la amistad cívica, un tema que nos hace reconocernos hermanos, herederos y constructores de una misma historia mirando hacia el futuro. El pasado, la historia, es una maestra de vida que nos ayuda a construir mejor nuestras relaciones y lo que significa compartir el destino común que tenemos en América Latina. Vale la pena, en una época en que la cultura está muy marcada por el individualismo, que podamos vivir manifestaciones como estas, que destacan nuestra vocación de gran pueblo latinoamericano”.
Por su parte, el sacerdote de la Parroquia Latinoamericana, Marcio Toniazzo, quien acompaña pastoralmente a la comunidad de inmigrantes en Santiago y apoya la organización de esta festividad, señaló: “Hoy es un día de encuentro de muchas fraternidades, donde se reúnen personas de Perú, Bolivia y Chile para participar en los bailes, lo que demuestra una gran hermandad. Hemos preparado este evento durante todo el año y es ahí donde se siente la expresión de esta unidad y fraternidad. Este es un signo de unidad, de fe, devoción, de encuentro entre los pueblos, que nos demuestra que distintas naciones pueden compartir, convivir, celebrar y aprender como devotos y personas”.
En la celebración, el cónsul de Bolivia en Chile, Jorge Ocsa, se sumó al llamado de crear un ambiente de unidad entre países vecinos: “Para nosotros, la Iglesia, la fe y este sentimiento que surge desde el papa Francisco y que está presentes en las palabras del cardenal, es poder integrarnos, poder encontrar esa hermandad, esa solidaridad dentro de nuestros pueblo. El pueblo chileno tiene una vocación de hermandad al igual que el pueblo boliviano. Tenemos que lograr esa integración, esa fraternidad que va más allá de las malas decisiones que toman algunas autoridades en los gobiernos, y que sobre todo permita el diálogo y la construcción de la diplomacia de los pueblos”, señaló”.
Yola Sánchez junto a su familia fue la encargada de organizar la festividad de este año. Ella baila desde pequeña, por lo que ser productora de esta fiesta la llena de satisfacción, más aún por ser la responsable de cargar a su Virgen patrona durante la caminata. “Desde el año 2013 supimos que seríamos los organizadores de esta procesión, pues el sacerdote de la Parroquia Italiana nos invitó a tomar este desafío. Esta actividad ha ido creciendo con los años porque al boliviano le gusta bailar para la Virgen. Cada vez se ha sumado más gente, eso me llena de alegría”, expresó.
Walter Contreras es de La Paz Bolivia pero vive hace once años en Chile. Baila desde de hace ocho años y es devoto de la Virgen de Copacabana: “Danzo por la Virgen para hacerle honores, mostrarle mi devoción, entusiasmo y entrega por todo lo que ella nos brinda. Bailar lejos de mí país es aún más especial, es motivador porque lo hacemos en representación de todos los bolivianos” comentó al término de su baile.
Fuente: Arzobispado de Santiago.