El ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Jaime Arancibia Pinto, condenó al capitán en retiro del Ejército, Aníbal Ramón Schaffhauser Camposano, a la pena de 9 años de presidio sin beneficios en calidad de autor del delito de secuestro con grave daño, previsto y sancionado en el artículo 141 inciso tercero del Código Penal, contra Claudio Núñez Rodríguez y Sonia Núñez Rodríguez, ilícito perpetrado a partir del 16 de octubre de 1973 en la población El Melón, comuna de La Calera.
En el fallo de primera instancia (causa rol 51287-2014), el magistrado aplicó, además, a Schaffhauser Camposano las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, y al pago de las costas de la causa.
En el aspecto civil, el ministro acogió la demanda de indemnización de perjuicios, ordenando al condenado y al Estado de Chile, pagar solidariamente $75.000.000 (setenta y cinco millones de pesos) por concepto de moral a los dos demandantes, Claudio Núñez Rodríguez y Sonia Núñez Rodríguez.
En la etapa de investigación, el ministro Arancibia logró establecer los siguientes hechos:
“Que el día 16 de Octubre de 1973, en horas de la madrugada, en el domicilio ubicado en calle Los Álamos Nº1206 A, Población Cemento Melón, comuna de La Calera, se produce un violento allanamiento encabezado por un grupo de militares pertenecientes al Regimiento Nº2 Aconcagua de Quillota, los que estaban al mando de un Teniente y apoyados por Carabineros de esas mismas localidades. En el allanamiento referido es detenido el padre de las víctimas Rodolfo del Carmen Núñez Díaz, quien es golpeado y llevado a una dirección desconocida, primero en Carabineros y posteriormente llevado a Cárcel de Quillota. En el allanamiento efectuado, realizado en presencia de la esposa del detenido Marta Rodríguez Campusano, de las dos víctimas querellantes y de otros 4 hermanos, todos ellos menores de edad, son golpeados e insultados. Después de ello son obligados a quedar encerrados en su propia casa bajo custodia militar, sin poder salir a la calle o comunicarse con sus vecinos. Después de varios días, a dos de los hermanos se les autoriza a concurrir a su colegio, siempre custodiados por militares y siendo maltratados y amenazados en todo momento”.
Fuente: Prensa Poder Judicial.