La madre identifica como responsables de los abusos a docentes, estudiantes y apoderados. El caso es investigado por la Superintendencia de Educación y asesorado por el Movilh
Una madre denunció violentos episodios de discriminación contra su hijo de 15 años en el Colegio Español de Coquimbo, de donde el estudiante debió ser retirado el pasado 5 de junio debido a los acosos en razón de su identidad de género, informó hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
De acuerdo a todos los antecedentes proporcionados por la madre y a la negativa del Colegio Español de responder una carta enviada por el Movilh el pasado 19 de junio, “es claro que ningún profesional, docente, directivo o alumno respetó la identidad de género del joven y, muy por el contrario, lo obligaron sin piedad a comportarse de acuerdo a un sexo que no lo identifica, ni define”, señaló el dirigente del mencionado movimiento LGBTI, Rolando Jiménez
En efecto, cuando el adolescente fue expresando su identidad de género (se cortó el pelo, comenzó a vestirse en forma masculina y dejo de usar maquillaje) algunos compañeros de primero medio comenzaron a hostigarlo: fue bloqueado del grupo WhatsApp y apartado de conversaciones, además de recibir “consejos” o “exigencias” para que usara vestimentas femeninas. Tan extremo fue el abuso, que en algunas ocasiones intentaron maquillarlo y se negaron a prestarles cuadernos para recuperar materia, tras una falta de dos días por estar enfermo.
En otro episodio, enmarcado en la conmemoración del Día del alumno, la profesora y los estudiantes impidieron que el joven imitara a un cantante hombre, en el marco de una actividad de fono mímica, y le exigieron que doblara a una artista mujer.
Los abusos contra el Joven fueron particularmente periódicos en las clases de educación física. El 22 de mayo del 2017 un compañero lo trató de “maricón, no te creí tan hombre”, sólo porque rechazó un balón, mientras una alumna señaló que no quería estar cerca de él porque le daba miedo y/o la podía contagiar de algo pues “es depravada y pervertida”.
Hastiado de la situación, y con una grave depresión, el 23 de mayo el joven respondió a las agresiones de una de sus compañeras con un golpe. “El colegio lejos de mirar este episodio en su contexto, transformó automáticamente al joven trans en victimario, pese a ser la única víctima de este proceso”, redondeó el Movilh.
Como si fuera poco el 6 de junio el jefe de UTP expuso en una reunión de curso lo ocurrido, visibilizando la identidad de género del joven y presentándolo a él como un problema, además de tratarlo en todo momento como mujer. A estas agresiones verbales se sumaron incluso dos apoderados, sin que el colegio nada hiciera al respecto.
Desde ese momento, y con justa razón, la madre optó por dejar de enviar a su hijo al colegio. En la actualidad el joven se encuentra afectado por una grave depresión e ideas suicidas.
El pasado 16 de junio la madre estampó una denuncia en la Superintendencia de Educación, pero un mes más tarde (13 de julio pasado) la entidad desestimó la acusación señalando que el colegio “al tomar conocimiento de los hechos activó acciones de apoyo al estudiante como fue el ingreso al Programa de Integración escolar y apoyo psicológico”.
“Claro que enviaron al joven al PIE, pero porque lo consideraron un problema por exigir el respeto a su identidad de género. Por ello, y con la asesoría nuestra, la madre apeló a la Superintendencia, reabriéndose la investigación del caso”, apuntó el Movilh.
En carta dirigida al Movilh, el jefe de departamento de Denuncias y Mediación de la Superintendencia, Óscar Acevedo, sostuvo que en su apelación la madre “aportó nuevos antecedentes que no se tuvieron a la vista” por lo que su reclamo “será reactivado y se realizarán nuevas gestiones con el fin de indagar y establecer si efectivamente existió vulneración de derechos a su hijo y realizar todas las acciones que dentro de nuestras facultades nos permitan resguardar y reestablecer los derechos que le asisten a él y su familia”.
Fuente: Movilh Chile.