Fue sin duda la gran primera noticia para nuestro sistema democrático del año. El fin al sistema Binominal tuvo su primer gran paso en la Sala de Sesiones del Senado, luego que se despachara tras 21 horas de intenso y republicano debate legislativo, la iniciativa enviada por el Gobierno de la Presidenta que termina con esta modalidad de elección popular que por 25 años impidió ponerle tiraje a la chimenea, diversificar y representar fielmente las necesidades de la sociedad en nuestro Congreso Nacional.
Es importante destacar que gran parte de las normas que ponen fin al sistema binominal, aumentan el número de escaños en el Congreso y hace un nuevo redistritaje, entre otras medidas, fueron despachadas con votación de la mayoría.
Por lo tanto, se despachó la norma que establece que para la elección de los 155 miembros de la Cámara de Diputados habrá 28 distritos electorales y sus respectivos número de diputados que van entre 3 y 8, de acuerdo la distribución descrita en el artículo 179 detallado por comunas.
En cuanto a la nueva composición que tendrá el Senado, la integración de la Cámara Alta será de 50 senadores y se establece que para los efectos de la elección de los legisladores, cada región constituirá una circunscripción senatorial y elegirá el número de senadores que se indica.
Esta es una gran señal para el país, no sólo porque la Presidenta Michelle Bachelet está cumpliendo con su compromiso de campaña, sino que también es una gran demostración de que en Chile queremos mejorar nuestro sistema democrático, transformándolo en un espacio de diálogo diverso y transversal, donde nuestro Congreso sea el espacio para que toda la sociedad se vea lo más fielmente representada en el lugar donde se toman las decisiones importantes para el país.
También quiero destacar que con este proyecto de ley, se incorporará la fórmula electoral conocida como método D’Hondt, sistema que permite obtener el número de cargos electos asignados a las candidaturas, en proporción a los votos conseguidos. Se aprobó por lo tanto, la disposición que establece que dichas candidaturas requerirán de un número de ciudadanos igual o superior al 0,5% de los que hubieran sufragado en la circunscripción o en el distrito respectivo, en la anterior elección periódica de acuerdo con el escrutinio general realizado por el Tribunal Calificador de Elecciones.
Otro aspecto que celebro con fuerza, es el referido a la Ley de Cuotas, ya que la Corporación respaldó la norma que dice que de la totalidad de declaraciones de candidaturas a diputado o senador declaradas por los partidos políticos, hayan o no pactado, ni los candidatos hombres ni las candidatas mujeres podrán superar el 60% del total respectivo. Este elemento, el que establece un porcentaje de cuotas es clave, ya que debemos terminar con la discriminación hacia las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y solamente en la política. Ingresamos hace unos días una moción que establece una cuota en los directorios de empresas estatales, así como también un sinnúmero de iniciativas que van en esa dirección. De esta forma avanzamos sustancialmente en romper la barrera de la desigualdad.
En cuanto a la afiliación de partidos políticos en formación, debo resaltar que se podrá proceder a la afiliación de sus miembros, para lo cual dispondrá de un plazo de doscientos diez días. Será necesario que se incorpore al partido un número de ciudadanos con derecho a sufragio equivalente, a lo menos, al 0,25% del electorado que hubiere sufragado en la última elección de Diputados en cada una de las regiones donde esté constituyéndose, según el escrutinio general practicado por el Tribunal Calificador de Elecciones.
Teniendo estos antecedentes sobre la mesa, debo reafirmar nuevamente que este es un hito histórico para Chile, ya que el sistema binominal lleva más de dos décadas siendo discriminador con muchos candidatos que quieren aportar en política, pero que no pertenecen a los grandes bloques políticos que hoy están presentes en ambas cámaras. Por lo tanto, con este proyecto de ley definimos el escenario de acción que tendrán los representantes de la ciudadanía y que claramente reflejará de mejor manera los anhelos de cada una y uno de los chilenos, que quieren más igualdad, representatividad y proyectos comunes.
Más allá del fondo y de los contenidos de cada artículo del proyecto en que trabajamos durante toda la noche y despachamos temprano por la mañana, como Presidenta de la Corporación y colega de las y los legisladores, quiero destacar el compromiso y sentido republicano que las y los senadores tuvieron con esta iniciativa.
En esta misma línea, debo destacar que es primera vez que en la Corporación –aparte de las discusiones del presupuesto nacional- los legisladores de la Cámara Alta están tantas horas consecutivas e ininterrumpidas discutiendo, debatiendo y votando un proyecto de ley. Ello demuestra el sentido republicano con que hemos enfrentado el debate, esperando que continuemos en esa misma línea en próximas discusiones legislativas.
Agradezco haber encabezado como Presidenta del Senado el debate y discusión de uno de los proyectos de ley más trascendentales para mejorar nuestro sistema democrático, y así tener un Parlamento que refleje lo mejor posible a nuestra sociedad, desafíos y sueños.
Fuente: Prensa Senado.