Durante la ceremonia destacó que “la colaboración entre el Estado y la sociedad civil permitió alcanzar cifras en conservación que no tienen precedente reciente. Al inicio, en torno al 5% del mar y tierra de Chile estaba protegido; hoy llegamos a casi 38%”.
En el Patio de Los Naranjos del Palacio de La Moneda, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, junto al ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, firmó los decretos que crean las áreas marinas protegidas del Archipiélago de Juan Fernández; Islas Diego Ramírez – Paso Drake; Rapa Nui; Seno Almirantazgo y Tortel. Con éstas, se alcanzará un total de 14 áreas marinas protegidas creadas durante este gobierno (8 Parques Marinos y 6 Áreas Marinas Costeras de Múltiples Usos). Asimismo, firmó el decreto para la creación del Parque Nacional Pumalín, lo que permitirá materializar la Red de Parques de la Patagonia, cuya superficie total supera las 4.5 millones de hectáreas.
“No hay duda que la colaboración entre el Estado y la sociedad civil permitió alcanzar cifras en conservación que no tienen precedente reciente. Al inicio, en torno al 5% del mar y tierra de Chile estaba protegido; hoy llegamos a casi 38%. Y eso, sin olvidar las decenas de monumentos naturales, santuarios de la naturaleza u otras áreas que se aprobaron para proteger otros espacios con ecosistemas de gran valor”, señaló la Mandataria, al comienzo de su intervención.
Luego, se refirió a la importancia de cambiar el enfoque para enfrentar materias de sustentabilidad: “Entendimos que se requiere una mirada integral: la de una nueva relación con lo que nos rodea; la del desarrollo donde la biodiversidad no es una extravagancia, sino que es sinónimo de economía racional. Donde la ciencia dialoga con la sociedad, donde las comunidades son los pilares de los buenos proyectos. Entendimos que la eliminación de las bolsas de basura en las comunas costeras, la educación ambiental y la fiscalización de la pesca ilegal, son componentes de un mismo cambio. Que la responsabilidad extendida del productor, el fomento al reciclaje, o el establecimiento de impuestos verdes, no sólo nos ponen a Chile en la vanguardia latinoamericana, sino que estimulan una transformación de las prácticas empresariales que es fundamental para tener un crecimiento de largo plazo”.
También, la máxima autoridad del país, puso sobre relieve la importancia de que todos los actores sociales se involucren en este cambio de paradigma, en que “junto a los privados, demostramos que no sólo es posible descarbonizar nuestra economía, sino que también puede ser un buen negocio. El 31 de enero, anunciamos el histórico acuerdo con las principales generadoras, para poner fin de las termoeléctricas a carbón, con una moratoria de centrales nuevas, además de un calendario para el cierre de las termoeléctricas existentes. Son hechos concretos. Como el reemplazo por calefactores menos contaminantes en el sur, o que el Metro de Santiago sea el primero en el mundo en operar con un 60% de energías provenientes de centrales solares y eólicas”, puntualizó.
Finalmente, agregó que “la mayor conquista ambiental de Chile es que el medio ambiente dejó de ser un tema sectorial, de especialistas o de idealistas. Es ahora un imperativo en cualquier discusión sobre economía, energía, planificación territorial, vivienda, relaciones internacionales o transporte”.
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