- Desde el nacimiento de nuestras respectivas identidades, los pueblos de Chile y Venezuela han tenido una relación estrecha y entrañable. Bajo el influjo del Libertador Simón Bolívar, prócer y figura señera de la integración latinoamericana, nuestros respectivos destinos se enlazaron íntimamente y para siempre. El pueblo de Chile y sus fuerzas democráticas que debieron enfrentar la encarnizada represión de la dictadura, tiene una deuda de gratitud con el pueblo y gobierno venezolano de la época, el que bajo aquellas duras circunstancias no escatimo su amplia y generosa solidaridad con los chilenos perseguidos, dando acogida a decenas de miles de compatriotas que encontraron en Venezuela un lugar de refugio para ellos mismos y sus familias. Venezuela represento, además, un aliado fundamental e incondicional en la lucha del pueblo chileno por recuperar la democracia.
- Hoy Venezuela confronta circunstancias complejas y difíciles que no son posibles de ignorar. Y en un mundo globalizado y crecientemente integrado e interdependiente, nadie debiera sentirse ofendido y menos agredido en su integridad soberana, ni en su derecho legítimo e inalienable a la autodeterminación nacional, porque se manifieste legítima, genuina y constructiva preocupación por estas circunstancias. Nos importa el destino de Venezuela y no podemos permaneces impávidos e indiferentes. El normal y pacifico devenir político, económico y social venezolano, así como el de cualquier otro país latinoamericano, es un asunto que concierne e implica al conjunto de la región latinoamericana.
- El gobierno del presidente Nicolás Maduro está revestido de una legitimidad democrática incuestionable, pues emergió de unas elecciones avaladas interna e internacionalmente. Como bien se sabe, los días y meses que siguieron a este ejercicio democrático estuvieron marcados por una gran polarización política y por episodios de agudo enfrentamiento político y social. Esa no es la circunstancia de la Venezuela de hoy, pero no cabe duda que sus secuelas se mantienen vigentes y amenazantes.
- No cabe hacerse cargo de las críticas, la propaganda y las tergiversaciones interesadas que se tejen contra Venezuela y su gobierno desde la derecha interna e internacional. Mucho menos corresponde que se avalen acciones como las recientemente protagonizadas por tres ex presidentes latinoamericanos, las cuales como ha quedado de relieve, más que expresar una legítima y autentica preocupación por la situación venezolana, en realidad buscaban un protagonismo mediático de carácter oportunista.
- Los derechos humanos en su integralidad, incluidos los derechos
económicos, sociales y políticos constituyen un patrimonio de toda la
humanidad. La izquierda y el progresismo en todo el mundo han incorporado estos valores y principios como ejes sustantivos de su pensamiento y de su actuar. Confiamos en que el gobierno venezolano pueda perseverar en la dirección de ampliar y profundizar la vigencia de estas normas universales e imprescriptibles. - Bajo estas premisas, toda persona encarcelada, incluso quienes permanecen en prisión bajo graves cargos criminales de connotación política, tienen derecho a un juicio justo y pronto y a que sus prerrogativas individuales sean debidamente cauteladas y respetadas. A este respecto, instamos al Gobierno de Venezuela a contribuir para que los dirigentes políticos opositores que están en prisión sean prontamente juzgados. Y en su caso, en el evento en que los delitos por los que están encausados no sean debidamente establecidos, se proceda a su liberación efectiva.
- Hacemos votos para que el pueblo venezolano pueda encontrar por sí mismo el camino del dialogo, del encuentro y la concordia política y social. Tras este objetivo, las instituciones regionales como UNASUR, están llamadas a jugar un papel contributivo que puede resultar fundamental, No se disminuye ni se menoscaba quien solicita ayuda y colaboración de parte de entidades que por demás, fueron erigidas precisamente con propósitos de esta naturaleza.
- En cuanto a Chile, advertimos que la cuestión venezolana, siendo un asunto controvertido que suscita opiniones encontradas, de ninguna manera debe convertirse el tema que dé lugar a conflictos, especialmente al interior de la Nueva Mayoría. Recalcamos que en esencia, respecto al tratamiento que se le da a nivel gubernamental, este constituye un asunto propio y exclusivo del ámbito de la política exterior.
SERGIO AGUILÓ
PRESIDENTE DE LA IZQUIERDA CIUDADANA
GUILLERMO TEILLIER
PRESIDENTE PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
OSVALDO ANDRADE
PRESIDENTE PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE
Fuente: Prensa PS.