Un recurso de protección requiriendo a los ministerios de Medio Ambiente y de Salud que dispongan medidas de solución, por la responsabilidad que les cabría en la vulneración de los derechos a la integridad física y psíquica, y a vivir en un medio ambiente libre de contaminación de las personas que habitan la zona de Quintero y Puchuncaví, fue presentado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
El día 21 de agosto de 2018 estudiantes de las comunas citadas se vieron afectados por una nueva emergencia sanitaria y ambiental, debido a una nube tóxica emanada del Parque Industrial emplazado en la zona, en el que operan 17 empresas como refinerías de petróleo, fundiciones de cobre, centrales de generación de energía eléctrica, entre otras.
Esta situación dejó 71 personas -principalmente niños, niñas, adolescentes y personas mayores-intoxicadas por inhalación, quienes fueron derivadas a distintos dispositivos de salud de la región, provocando además la suspensión de clases.
Desde esa fecha se han producido al menos dos episodios más de contaminación, en los que se han identificado algunas de las sustancias tóxicas que están afectando a las personas, siendo estas metilcloroformo, nitrobencenato y tolueno. No obstante aún se desconocen otros tóxicos que podrían estar incidiendo.
Desde el inicio de la crisis más de 300 personas han sido atendidas en centros médicos por síntomas de intoxicación, levantando una “alerta amarilla”, cuyos alcances son desconocidos por la población.
El contexto anterior permite establecer que los recientes episodios de contaminación por inhalación de nubes tóxicas, la falta de información clara y precisa sobre el origen de estas y sus compuestos específicos, se producen como resultado de omisiones de las obligaciones que corresponden a las autoridades recurridas en orden a prevenir episodios como los vividos estas semanas por las comunidades de Quintero, Puchuncaví y Ventanas.
Para el INDH estas omisiones privan, perturban y amenazan los derechos a la integridad física y psíquica de las personas que habitan esta zona, así como también el derecho a un medio ambiente libre de contaminación, ambos derechos constitucionales.
Es por esto que el Instituto solicitó –entre otras medidas que se ordene a las autoridades competentes se realicen exámenes toxicológicos a los niños, niñas, adolescentes y personas adultas mayores de la bahía Quintero, para determinar cuáles son los contaminantes que están afectando a la población, llevándose un monitoreo permanente de su estado de salud.
Solicita también el INDH que se ordene la implementación en la Bahía Quintero, de estaciones de monitoreo públicos y continuos con participación de la comunidad, y que se disponga que la autoridad ambiental confeccione un nuevo Plan de Descontaminación (PDA) para las comunas afectadas.
Todo lo anterior en el marco de que se declaren vulnerados los derechos antes citados.
Misión de observación
El INDH realizó una misión de observación en la zona entre el 11 y el 13 de septiembre. Entre los hallazgos, se observó que la situación de contaminación es crónica y genera episodios frecuentes de agravamiento, que también tienen efectos acumulativos en el tiempo para el medio ambiente y la población.
La comunidad señaló que constantemente hay malos olores y nubes negras de las chimeneas de las industrias, principalmente de noche, que viven con permanente dolor de cabeza y nauseas, lo que les impide desarrollar sus actividades con normalidad, como la realización de ejercicio al aire libre. Lo anterior, afecta gravemente la salud física y mental de las personas.
Según el INDH, en la zona de sacrificio de Quintero-Puchuncaví reinan sentimientos de angustia, confusión y desinformación respecto de la “alerta amarilla” decretada por el Gobierno. Esto sumado a la afectación a sus derechos a la vida y a la salud, a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, a la educación, al trabajo y a otros derechos.
Fuente: INDH.