· A juicio del director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, el Mandatario hizo un sacrificio con Hermes Soto para evitar que siguiera la presión sobre Andrés Chadwick.
El Presidente de la República, Sebastián Piñera, solicitó este jueves la renuncia al general director de Carabineros, Hermes Soto, y dio curso a la salida de otros diez generales de la institución uniformada tras la difusión de tres videos, en el que se muestra el operativo policial donde resultó muerto el comunero mapuche Camilo Catrillanca.
Una decisión que a juicio del director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, tuvo como finalidad “mostrar a los chilenos que el Presidente era capaz de tomar una decisión radical”.
“Todo conflicto de esta naturaleza requiere de un sacrificio y este sacrificio lo hizo el Presidente Piñera con Hermes Soto, porque en ningún caso va a destituir tan fácilmente al ministro del Interior, Andrés Chadwick, o al subsecretario de esa misma cartera, Rodrigo Ubilla”, prosiguió el académico.
En ese sentido, Morales dijo que la intención del Mandatario es restarle presión al Gobierno y también aplacar las críticas que vienen desde la oposición, quienes desean impulsar una acusación constitucional contra el ministro Chadwick.
“Con esta decisión Piñera evita que tanto la opinión pública como la oposición le enrostren que no ha tomado decisión alguna por el asesinato de Catrillanca”, concluyó.
Por su parte, el director de la Escuela de Ciencia Política y Administración Pública del Campus Santiago de la UTALCA, Mario Herrera, afirmó que “la señal de Carabineros es de protección al Alto Mando de su institución. La renuncia de estos generales, sumado a los que anteriormente renunciaron con Bruno Villalobos implican una rotación inesperada y poco deseable para Carabineros. Esto implica descontinuar los proyectos en el mando y acelerar de manera no natural procesos al interior de la Institución”.
De acuerdo al analista, “esto es un daño para la imagen del Presidente y el Gobierno. Mientras la calle pedía la cabeza de Chadwick y Soto, Piñera sólo les entrega la de Soto de manera tardía. El costo político lo terminará pagando el propio Presidente al no tomar las decisiones esperadas y tampoco hacerlo a tiempo”.
“La salida de los 10 generales implica una renovación innecesaria y difícil. Estas instituciones no están acostumbradas a tantos cambios en un periodo tan breve. La cultura organizacional de las instituciones de orden supone cierta continuidad en el mando y la seguridad de que los cargos tendrán cierta estabilidad en el tiempo. La decisión de Piñera derrumba estos principios. Sólo contribuye al malestar interno en Carabineros”, remató.
Fuente: Universidad de Talca.