– El director nacional de la institución, Ricardo Toro, subrayó la importancia de recordar estos eventos, con el fin de recoger aprendizajes y fortalecer, de esta manera, la cultura preventiva del país.
El próximo viernes 22 de mayo se cumple un nuevo aniversario del terremoto de mayor magnitud del que haya registro. Hace 60 años, un sismo de 9,5 grados, con epicentro en Valdivia, generó una gran afectación en el sur del país y un tsunami con olas que alcanzaron lugares remotos, como Hawaii y Japón.
Es por ello que la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI) conmemora cada año este hito, porque recordarlo permite transmitir a las nuevas generaciones las lecciones aprendidas tras este tipo de eventos y, de esta manera, estar mejor preparados para situaciones similares en el futuro.
Según informó el director nacional de la institución, Ricardo Toro, la actual contingencia generada por el Covid-19 obliga al país a conmemorar esta fecha de una manera distinta a la de años anteriores, donde primaban las actividades masivas. “Hoy, estamos recordando este hito con el fin de transmitir a la ciudadanía la importancia de recoger las lecciones que estos eventos han dejado en nuestra sociedad, porque -de una u otra manera- estos terremotos forman parte también de nuestro carácter e identidad como país”, señaló.
La autoridad subrayó la importancia de que “como país, tengamos testimonios de los desastres que hemos sufrido, porque el olvido frena los aprendizajes y la resiliencia de la comunidad”.
Preparación de la comunidad
Más allá del desarrollo propio del país en términos de tecnología y avances constructivos en comparación a 60 años atrás, hoy cuenta con un Sistema Nacional de Protección Civil que permite enfrentar de mejor manera una emergencia como la del terremoto de 1960. Asimismo, en la última década, Chile ha desarrollado acciones tanto de prevención (recomendaciones sobre qué hacer antes, durante y después de una emergencia, programas de simulacros de evacuación frente a tsunamis, etc.) como de respuesta efectiva tras la ocurrencia de un sismo de gran magnitud.
Lo anterior ha quedado demostrado en las evacuaciones de borde costero que han sido efectuadas tras los sismos de Iquique (2014) y de Illapel (2015), ambos con magnitudes sobre 8.
Adicionalmente, y ajustándose al actual contexto por el Covid-19, recientemente ONEMI ha adecuado sus protocolos con organismos que son parte del Sistema Nacional de Protección Civil y, además, ha incorporado en sus recomendaciones sobre qué hacer antes, durante y después de una emergencia, todos los resguardos indicados por las autoridades de salud para evitar contagios por Covid-19. Esto, con el fin de seguir promoviendo en la ciudadanía la adopción de una cultura preventiva y de autocuidado frente a una emergencia.
“Es necesario que la ciudadanía recuerde incluir alcohol gel, mascarillas (ya sea convencionales o elaboradas en casa según los lineamientos del Ministerio de Salud) y guantes para su grupo familiar, en las provisiones básicas que debe contener el kit de emergencia. Además, si a raíz de una contingencia una comunidad debe evacuar el lugar donde se encuentra, debe mantener, en lo posible, una distancia mínima de un metro con las personas con las que está realizando la evacuación, además de utilizar siempre mascarillas”, puntualizó el Director Nacional.
A las medidas anteriores se suma la adaptación de los protocolos y procedimientos del Sistema Nacional de Protección Civil para dar respuesta a una posible emergencia en el actual contexto del Covid-19. Entre éstas, se cuenta la incorporación de un mensaje preventivo en el Sistema de Alerta de Emergencia de Celulares (SAE), con el fin de que la ciudadanía siga las recomendaciones del Ministerio de Salud ante un eventual escenario que implique la evacuación, por ejemplo, producto de un sismo.
Fuente: Extend