De notable falta de deberes tildaron el diputado Bernardo Berger y la concejala de Mariquina Cecilia Cecilia Ferreira, el accionar de las autoridades de San José frente al abandono de 9 obras en esa comuna. Por eso, concurrirán nuevamente ante la Contraloría para que se investigue si procede un juicio de cuentas en este caso.
Los nueve trabajos habían sido contratados el 2013 a un mismo contratista, DYC, con plazos de ejecución de entre 45 y 90 días, sin que constara experiencia previa, y sin que haya certeza de control sobre los avances de pago tanto por las obras como en lo referente a sueldos y cotizaciones de los trabajadores.
Esta semana se sumó un nuevo capítulo cuando la alcaldía de esa comuna, en vez de perseguir el cumplimiento de las obligaciones del contratista, en su lugar trató de lograr una modificación presupuestaria por 23,5 millones de pesos para cumplir una sentencia de primera instancia que obligaba el pago solidario de sueldos y cotizaciones a trabajadores impagos. Sin embargo, la municipalidad hasta ahora no ha hecho lo suyo para obligar al contratista asumir sus responsabilidades, sostuvo Ferreira
“Este escenario -a juicio de la concejala- resulta curioso, sospechoso y hasta suena irregular. Sobre todo, por los cuantiosos recursos que tan presurosamente se quiere desembolsar para eximir al contratista de sus obligaciones para con los trabajadores”, dijo.
“El fallo de primera instancia no exime a la alcaldía de llevar adelante todas las acciones que aseguren la protección del patrimonio comunal persiguiendo por cuenta propia la responsabilidad judicial de la empresa, cosa que hasta ahora no consta”, agregó la concejala.
Por su parte, Berger precisó que a la luz de estos hechos, se pedirá a través de la Cámara Baja, que el alcalde de Mariquina explique, y la Contraloría investigue, las “dudas, preguntas e inquietudes que hasta ahora nadie ha sido capaz de aclarar fehacientemente en torno a esta fallida ejecución de obras y las razones por las cuales el municipio no habría cumplido con las obligaciones que le corresponden”.
DUDAS SIN RESPUESTA
La intervención ante el órgano contralor buscará indagar en si existen o no previamente informes de pago de remuneraciones y cotizaciones de los trabajadores antes de proceder a los adelantos pactados en el contrato, por cuanto, a juicio del legislador “esto era una responsabilidad ineludible del municipio antes de proceder a cualquier pago de este tipo”.
Además, y dado que se demandó laboralmente al municipio de parte de los trabajadores y no a la empresa misma, la indagatoria debiera precisar si la Municipalidad a través de su dirección jurídica opuso el beneficio de excusión para que se dirigiesen primero contra la empresa. “Si no se hizo la solicitud de este beneficio, también habría un serio e inexcusable abandono de deberes, porque debió haber sido previsto por su dirección jurídica y/o por el ITO de los contratos”.
También se pedirá que se aclare al momento de detención de las obras, si hay constancia de que la municipalidad haya compelido a la empresa a cumplir con éstas de acuerdo al contrato firmado y vigente; Que se conozcan en detalle los contratos respectivos; y ante el abandono de las obras, si la municipalidad ejerció o no la acción de cumplimiento forzado de la obligación ante tribunales. “Si esto último se dejó de hacer, también podría haber responsabilidad administrativa que podría traducirse en notable abandono de deberes y las sanciones subsecuentes que ello podría implicar”, subrayó.
El 9 de marzo de este año el parlamentario junto a concejales habían alertado ya sobre obras abandonadas en Mariquina. Ese mismo mes se ofició al municipio para que informara el estado de habilitación del Estadio de Pelchuquín y otras 8 obras, en qué condición estaban los trabajadores y se dio nuevamente la voz de alerta.
Entretanto, los concejales Cecilia Ferreira, Cristian Catalán, María Epuante, Erwin Ramírez, Rodrigo Manzano y Luis Fariña, recurrieron a la Contraloría en abril por presuntas irregularidades ante la falta de respuestas de parte de la alcaldía. En tanto, las especulaciones sobre las razones del silencio iban en aumento entre la comunidad.
Algunas de las obras abandonadas corresponden al estadio de Mehuín, estadio de Pelchuquin, sede de Maiquillahue, y el mejoramiento de los sistemas de alimentación de escuela Ciruelos, Dollinco e Iñipulli, entre otras.
Fuente: Prensa Diputado Berger.