Martina Copia, obtuvo su matrícula anticipada gracias al desarrollo del curso durante el año 2024
“Estaba muy ansiosa, pero no quise ver los resultados de la PAES inmediatamente; me desperté a las ocho de la mañana y recién media hora después me metí al celular para verlos. Salté de alegría y corrí fuera de mi pieza para contarle a mi familia”. Esas fueron las primeras impresiones de Martina Copia Araya, estudiante del colegio Apumanque de La Calera, puntaje nacional de Matemáticas y futura alumna de Ingeniería Civil Química en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Pero el sendero del camino que trazó Martina para cumplir su sueño de estudiar en la PUCV comenzó mucho antes, por allá por el mes de marzo del año pasado, cuando a través de una amiga se enteró de la existencia del Propedéutico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, instancia enfocada a estudiantes de cuarto medio que tiene como objetivo incrementar y desarrollar las competencias académicas y que, a través del cumplimiento de los cursos por parte de los alumnos, permite un ingreso anticipado a nuestra Universidad.
“El propedéutico me sirvió porque fue una experiencia más cercana a la ingeniería que yo quería estudiar. El ambiente que se genera es muy bueno, hice algunos amigos y los profesores son todos muy simpáticos y con muy buena disposición a aprender”, detalló Martina Copia.
Al aprobar satisfactoriamente el Propedéutico, Martina aseguró un cupo para formar parte del alumnado PUCV a contar del año 2025 y, de esta manera, participar del proceso de matrícula anticipada. “Si bien, igual me preparé durante dos años para rendir la prueba M1 y que me fuera bien, haber hecho el Propedéutico y aprobarlo de buena manera, me sirvió para matricularme anticipadamente y quitarme la presión que genera esta instancia”, detalló Martina Copia, quien sostuvo que siempre su “opción número uno fue la PUCV por el prestigio que tiene”.
Quien también estaba muy feliz era la madre de Martina, Anahí Araya. “Estamos muy contentos por ella, porque se preparó sola y el hecho de haber ingresado al Propedéutico fue una responsabilidad que ella asumió de manera muy certera y que tuvo como consecuencia que haya ingresado de manera anticipada a la PUCV”.
Emocionada aún, Anahí sólo tuvo palabras de elogio para el Propedéutico PUCV. “Es totalmente recomendable, sobre todo, si tanto los niños como los padres se lo toman de manera responsable. Los padres siempre tenemos que ser un apoyo para lo que nuestros hijos quieran hacer”, finalizó Anahí Araya, madre de Martina.
Fuente: PUCV