Por Manuel Aspe, CEO Gravat
En Chile, es común dejar los trámites para el último momento, como el pago del permiso de circulación en marzo o asistir a la revisión técnica justo antes del vencimiento. Es casi una tradición nacional que siempre que exista un plazo determinado para hacer algo, las personas esperen hasta el límite de lo establecido para concretarlo. Con estos antecedentes, es que sabemos que esto se repetirá cuando se trate de cumplir con la nueva ley que obliga a los dueños de vehículos motorizados a grabar sus placas patente, a pesar de contar con un año para hacerlo, según lo estipulado en el reglamento, un porcentaje importante de las personas lo hará al finalizar el plazo o incluso después.
Obviamente, el no cumplir con cualquier normativa tiene consecuencias, y con esta nueva ley no es la excepción. Y es que finalmente esperar hasta el último día puede costar muy caro, pero no solamente desde el punto de vista económico, sino que también desde la seguridad. Por ejemplo, sólo hasta agosto del 2023 fueron 25.000 los vehículos robados, según el Sistema Táctico de Operación Policial (STOP) de Carabineros, exponiendo la integridad de miles de personas.
En primera instancia, es necesario hablar de las multas que existen por no contar con las placas patentes grabadas, las cuales van desde 1 hasta 1,5 UTM, lo que equivale a $65.770 hasta $98.655, de acuerdo al valor actual de esta unidad. Si bien se puede considerar que las multas no alcanzan un valor tan alto, en perspectiva a lo que puede costar grabar todos los vidrios de un vehículo, una multa puede hasta triplicar el costo de este servicio.
Además de las multas, quienes no graben sus placas patente aumentan el riesgo de robo de sus vehículos y sus partes. Si bien la normativa no asegura que los delitos de este tipo disminuyan, sí es una medida preventiva que evita que los delincuentes se interesen por los vehículos que están grabados. Un auto o sus partes con placas grabadas es más difícil de revender, especialmente si el grabado cumple a cabalidad con el reglamento, ya que en la práctica esto significa que es imposible de alterar o borrar.
Otro de los costos que arriesgan quienes esperen hasta el último momento, es el caer en negocios o personas inescrupulosas que aprovechando la urgencia de grabar los vehículos contra el tiempo, pueden ofrecer grabados que no cumplen a cabalidad con lo estipulado en el reglamento. Es probable que veamos cada vez más ofertas para hacer un grabado con puntos, el cual es altamente vulnerable, o incluso instructivos para grabar en casa de manera artesanal. Esto no solamente incumple con la ley, sino que también puede causar daños permanentes al vehículo; recordemos que reparar un auto grabado incorrectamente puede ser muchísimo más costoso que una multa.
Frente a cada uno de estos escenarios, es que quiero recalcar la importancia de cumplir con la ley, pero no solamente por hacerlo y acceder a cualquier tipo de grabado disponible en el mercado, sino que es importante elegir un grabado que realmente ofrezca seguridad. El llamado es a informarse, explorar todas las opciones disponibles y elegir la que mejor se ajuste al presupuesto de cada uno, cumpliendo por supuesto con el reglamento establecido. Pero por sobre todo, el consejo es hacerlo a tiempo y no en el último minuto, de esta forma estarás protegiendo tu vehículo y seguridad, bienes valiosos y difíciles de reemplazar.
Fuente: LRM Comunicaciones