Hoy en la Universidad Central se presentó el estudio “Juventud y Sexualidad: Subjetividad y experiencia en niños, niñas y adolescentes” que arrojó importantes resultados y conclusiones acerca de las vivencias de los y las adolescentes respecto a la sexualidad y los derechos sexuales y reproductivos.
Alejandra Faivovich, socióloga del Centro de Estudios de la Niñez (CEN) de Corporación Opción y parte del equipo investigador del estudio, presentó el informe y sus resultados, en el cual se encuestó a una muestra no representativa de 2.593 niños, niñas y jóvenes de 12 a 18 años provenientes de 8 regiones del país: Magallanes, Aysén, Biobío, Maule, O´Higgins, Metropolitana, Coquimbo, Tarapacá. Además, la actividad contó con la participación de Verónica Romo, académica de la Universidad Central, Stephanie Candia, docente de Liceo Miguel de Cervantes Saavedra y Zachir Faúndez, activista joven por los derechos sexuales y reproductivos de Amnistía Internacional.
Según las organizaciones que lideraron esta investigación, los aspectos revelados constituyen un llamado enérgico a ser indagados en mayor profundidad para ser abordados seriamente desde la política pública, ya que dan cuenta de brechas y conclusiones preliminares que dan claras señales de alerta en materia de derechos sexuales y reproductivos de niños, niñas y adolescentes.
Una voz de alarma es que el 35% de las personas encuestadas no puedan definir qué es la sexualidad, a pesar de la importancia que le asignan al tema. Por otra parte, el 50,8% no conoce el concepto de derechos sexuales y reproductivos, hecho que da cuenta de la no visualización del ejercicio de la propia sexualidad como la expresión de un derecho.
El 55,1% de los/as encuestados/as indica que existe una baja o nula frecuencia en la entrega de información sobre sexualidad en sus colegios, en tanto el 83,8% señala no haber asistido nunca a un taller de educación sexual.
El estudio muestra que el 12,2% de los encuestados/as se identifica con algún grupo de la diversidad sexual, pero que esta identificación es más frecuente en las mujeres (17,6%) que en los hombres (7,1%). A su vez, el 27.7% de éstos ha presenciado frecuentemente situaciones de discriminación hacia otros/as ligadas a su orientación sexual en el espacio escolar. Sin embargo, un 21,4% dice que se sentiría incómodo/a si un amigo/a fuera gay o lesbiana, siendo este porcentaje significativamente mayor entre los hombres (un 28,7%% de hombres dice que se sentiría incómodo, y solo un 12,4% de las mujeres).
La encuesta también arroja evidencia con respecto a la naturalización de la violencia sexual o de género entre las personas encuestadas, especialmente en situaciones en que ésta no se manifiesta explícitamente. En lo vinculado al ejercicio de violencia en relaciones amorosas, la revisión del celular, Facebook o email (38%) y el control de las salidas (30,5%) emergen como las principales acciones violentas llevadas a cabo al interior de la pareja.
Finalmente, uno de los hallazgos más relevantes de la encuesta tiene relación con la existencia de una asociación entre la frecuencia de entrega de información sobre sexualidad que reciben los/as jóvenes en sus colegios y su posición respecto a los roles de género. Así, a mayor información recibida en los establecimientos, mayor es el predominio de una visión tradicional patriarcal en torno a estos roles.
“El estudio nos da señales de alarma muy importantes: que entre los/as jóvenes encuestados/as no sólo predomina una falta de información sobre sexualidad, sino que además cuando se entrega, tiende a perpetuar estereotipos de género en lugar de dar una perspectiva de derechos sin discriminación. Esto subraya la importancia de revisar los contenidos relacionados con la sexualidad que se estarían entregando en colegios, y su eventual relación con la instalación de valores que promueven la reproducción de condiciones que menoscaban los derechos de las niñas y adolescentes”, menciona Ana Piquer, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Chile.
“Uno de los principales hallazgos del estudio es la necesidad de mejorar sustancialmente los contenidos que los estudiantes están adquiriendo en el contexto escolar. Allí está el riesgo de compartir información no confiable sobre aspectos fundamentales de su sexualidad. Cuando no se dispone de información confiable en estas materias aumentan los mitos y prejuicios, es por esto que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar el acceso de los y las adolescentes a los contenidos que estos demandan”, indicó Sergio Vivanco, Director de Estudios del Centro de Estudios de la Niñez, de Corporación Opción.
Link de estudio: Juventud y Sexualidad http://amnistia.cl/informe/juventud-y-sexualidad/