El académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Rodrigo Martin, calificó como “bastante extraño” el derrumbe que provocó la muerte de, al menos, 23 personas; señaló que habría habido denuncias previas de fallas en la estructura y consideró mínima la posibilidad de que una situación similar se produzca en las construcciones chilenas.
Desde la Universidad de Santiago de Chile, el académico de la Escuela de Arquitectura y experto en transporte público, Dr. Rodrigo Martin, evaluó el derrumbe de un viaducto en Ciudad de México, que produjo la caída de un tren del metro y causó la muerte a, por lo menos, 23 personas.
A juicio del especialista, el siniestro, adjudicado por las autoridades mexicanas al vencimiento de una viga, resulta “bastante extraño”.
“Estamos hablando de vigas que, según entiendo, son de hormigón; por lo tanto, no son estructuras frágiles. Son bastante bien calculadas y establecidas para el peso. Si tu revisas cualquier estructura de autopista o de esta misma categoría, son bastante resistentes y certificadas, pensadas para soportar este peso y que no puedan tener una falla casual de este tipo”, sostuvo el académico, agregando que, en su opinión, “hay tres posibles causas: mala mantención, mala fabricación o que haya quedado alguna falla después del terremoto en México”.
“Esto no debería haber ocurrido, además, asumiendo que Ciudad de México es una zona sísmica, igual que Santiago, y normalmente los países sísmicos tienen muy buenas normativas”, subrayó el arquitecto.
Según señaló el experto de la Usach, ya habrían existido denuncias de fallas en la estructura colapsada.
“Hay imágenes, fotografías, de que habría cierto daño y que no se actuó en términos de mantención hace bastante tiempo. Eso ya en sí es un hecho de negligencia. Si es que existe denuncia de que una estructura tiene cierto daño, debería hacerse una observación inmediata y una reparación”, declaró.
Consultado respecto a la posibilidad de un hecho similar en Santiago de Chile, Rodrigo Martin lo consideró “poco probable”.
“Nuestra norma es bastante buena en términos de diseño estructural, sobre todo después del terremoto. Se incrementaron todos los requerimientos que tienen que ver con sismos ya que para el terremoto del 2010 tuvimos fallas, tuvimos autopistas con movimiento, se soltaron piezas, hubo caída de algunos elementos, en el terremoto 8.8 que, claro, es gigantesco”, planteó.
En palabras del experto, estas fueron fallas “que se entienden en una catástrofe de esa magnitud, a diferencia de lo que ocurrió en México que fue un fallo estructural en un momento, sin ninguna razón de peso, como sería un terremoto”.
Fuente: Usach.