Debido al actual contexto de cambio climático y a las preocupaciones que existen respecto de su disponibilidad futura, el estudio de la historia y del abastecimiento del agua ha recibido un notorio interés a nivel global por parte de historiadores y cientistas sociales en las últimas décadas.
El académico de la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía, David Home, acaba de publicar el artículo titulado “El abastecimiento de agua en el Santiago Colonial: Institucionalidad y gobernanza” en la Revista de Gestión Pública, indexada en Scopus y Erih Plus. El trabajo forma parte de un proyecto de investigación más amplio titulado “Historia del agua en Santiago: Desde su fundación hasta nuestros días”, financiado por Aguas Andinas y que próximamente será editado por Ediciones UC.
El artículo tiene como objetivo analizar el abastecimiento de agua para consumo humano en Santiago de Chile durante el periodo colonial. Utilizando como marco de referencia el concepto de gobernanza, en el trabajo se caracterizan las fuentes de suministro de agua de que dispusieron los habitantes de la ciudad, la institucionalidad encargada de gestionar su acceso y el destructivo impacto que algunos fenómenos naturales, como inundaciones y terremotos, tuvieron en la infraestructura destinada para ese fin. Finalmente, se releva la importancia del conocimiento histórico, manifestado tanto en la comprensión de los contextos sociopolíticos como en la tradición institucional, para la gobernanza actual y futura de este recurso natural.
A continuación, David Home explica alcances del estudio.
¿Qué se entiende por gobernanza del agua?
Entendemos por gobernanza del agua los distintos procesos de gestión y administración relacionados con la identificación, control, monitoreo y remediación del uso del agua. En un sentido amplio, la gobernanza del agua involucra numerosos aspectos y procesos que incluyen la reglamentación y las leyes, la toma de decisiones en el marco de determinadas políticas públicas y la implementación de medidas para un correcto uso, aprovechamiento y tratamiento de las aguas. Dado el actual contexto de cambio climático y de escasez hídrica, la gobernanza del agua resulta imprescindible para un adecuado uso del recurso.
¿Cuáles son las principales conclusiones del artículo? ¿algún aspecto llamativo o curioso?
Los habitantes de Santiago durante el periodo colonial se abastecían de agua para su consumo personal con el líquido proveniente del río Mapocho y, de forma interrumpida en el tiempo, con el agua que venía de la Quebrada de Ramón, ubicada a 10 kilómetros al oriente de la ciudad, en la zona precordillerana. El artículo muestra que, a pesar de contar con fuentes de agua suficientes para abastecer a la población, la falta de infraestructura adecuada para el traslado del recurso desde sus fuentes de origen hasta la ciudad impidió un abastecimiento regular, constante y seguro a los habitantes del Santiago colonial. Además de realizarse muy pocas inversiones en infraestructura, los recurrentes fenómenos naturales, tales como terremotos e inundaciones, dificultaron la mantención de la escasa infraestructura existente.
¿Cómo accedían al agua en esa época los habitantes de Santiago?
Los santiaguinos obtenían el agua que consumían de distintas fuentes. Los sectores más acomodados enviaban a sus criados con tinajas a recoger el recurso desde la precordillera. Algunas propiedades disponían de pozos profundos desde los cuales extraían agua desde las napas subterráneas. La mayor parte de la población recurría al agua que se repartía en pilones y pilas dispuestas en distintos lugares de la ciudad. Una de las pilas más representativas del periodo colonial la constituyó la llamada Fuente de San Saturnino, ubicada a un costado del cerro Santa Lucía, y que fue destruida por una riada en 1609.
La población también se abastecía con el agua vendida por los aguateros que, trayendo el líquido elemento en tinajas trasladadas en el lomo de mulas, lo vendían a los santiaguinos. Las personas que no contaban con recursos para comprar el agua vendida por los aguateros o conseguir agua por otros medios obtenían, muchas veces, el recurso directamente de las acequias que cruzaban la ciudad lo que conllevaba un riesgo sanitario muy grande.
¿Cuál era el consumo promedio de agua por habitante en ese tiempo?
Es imposible responder esta pregunta basándose en evidencia pues no hay datos concretos, lo que sí se puede decir es que los reclamos y quejas eran constantes dado el insuficiente abastecimiento de agua con que contaba la población, el que no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas. Hoy en día, de acuerdo con la OMS, se considera que el consumo promedio mínimo de agua potable, tanto para consumo como necesidades básicas, se sitúa en torno a los 100 litros de agua diarios por persona.
¿Cómo era el comportamiento de consumo? ¿en qué se ocupaba más?
El agua se ocupada tanto para el consumo personal en la forma de bebestible o para la preparación de comidas, como para el uso personal, manifestado principalmente en su utilización para la mantención de la higiene personal, ya sea en la forma de lavados, duchas o baños. También se utilizaba para el lavado de las prendas de vestir de las personas.
Fuente: UCSH