El Consejo del Banco Central presentó suInforme de Política Monetaria (IPoM) de diciembre ante la Comisión de Hacienda del Senado, en el que redujo su proyección de crecimiento de la economía chilena para el 2014 a 1,7% y a un rango de 2,5 y 3,5% para el 2015, con una inflación del IPC que cerrará el año algo por debajo de 5%, para ubicarse en torno a la meta de 3% a mediados del próximo año.
El Informe fue presentado en conjunto con el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) por el presidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara, quien estuvo acompañado por el vicepresidente Enrique Marshall; los consejeros Sebastián Claro, Joaquín Vial y Pablo García; el gerente de la División Estudios, Alberto Naudon y el gerente de la División Política Financiera, Claudio Raddatz.
Los integrantes de la Comisión de Hacienda del Senado, que preside el senador Ricardo Lagos Weber y que integran los senadores José García Ruminot, Carlos Montes, Juan Antonio Coloma y Andrés Zaldívar, valoraron el documento y si bien manifestaron que el escenario no era del todo favorable, señalaron que existen aspectos positivos, como la caída en el precio del petróleo. (Vea aquí el video con la presentación y consultas de los senadores)
El senador García Ruminot señaló que la situación es más difícil de lo que se pensaba, pues la expectativa de 1,7% es más baja de lo que se consideró en diciembre del año pasado y la proyección de crecimiento para el 2015 también se redujo. No obstante, dijo que hay cosas positivas derivadas de la disminución del precio del petróleo, pues Chile es importador del combustible.
El legislador preguntó si existe alguna posibilidad de que Chile se acerque al 3,5% de crecimiento para el próximo año y consultó que factores inciden en que se proyecte una tasa de ahorro nacional del 20,8%.
El senador Zaldívar manifestó que si bien preocupa la caída del crecimiento al 1,7%, la proyección del próximo año está en el promedio de diversos países y más alto que la Eurozona y Japón, entre otros. Agregó que la economía está sana desde el punto de vista fiscal y eso es un hecho que hay que destacar.
A su turno, el senador Montes puso énfasis en que es necesario ver cómo Chile va a seguir creciendo en el actual escenario económico global. En tal sentido dijo que es necesario ver si el contexto que estamos viviendo es transitorio o se mantendrá en el tiempo, pues si es de carácter temporal hay que “capear el temporal”, pero si no, hay que analizar cómo seguir creciendo.
Por su parte, el senador Coloma puso énfasis en la diferencia de proyecciones que hizo el instituto emisor. Recordó que en marzo se proyectó un crecimiento de entre el 3 y 4% y que se señaló que la inflación sería del 3%, en circunstancias que estamos llegando al 5%. Preguntó si en dicha diferencia pueden haber influido algunas reformas como la tributaria.
En tanto, el senador Lagos señaló que es habitual que se corrijan las estimaciones y a modo de ejemplo indicó que nadie estimaba una baja del petróleo. En lo medular dijo que es importante ver cuáles son las medidas que habrá que tomar hacia adelante, pues existen datos que hacen mirar con más optimismo, el tema económico.
En tanto, el presidente del Banco Central señaló que no todo lo que trae este IPom son malas noticias, pues hay estimaciones que significa que el próximo año vamos a crecer más que el actual. Asimismo, dijo que la caída del precio del petróleo, es una buena noticia para Chile y la economía mundial. (Vea aquí el video con las respuestas del BC)
En lo fundamental el documento señala que la cifra de crecimiento para este año, algo por debajo del rango previsto en el IPoM de septiembre – que era de una expansión de la economía local en un rango, entre 1,75% y 2,25% para 2014 y entre 2,0% y 4,0% para 2015- es reflejo de la debilidad del tercer trimestre y de su prolongación hacia el último cuarto del año, así como de expectativas de consumidores y empresas que, hasta ahora, no muestran la mejoría que se esperaba hace unos meses.
El mayor crecimiento esperado para el próximo año se sustenta en que la economía ha hecho un ajuste rápido e importante durante el año en curso, como lo refleja la evolución de la cuenta corriente, las tasas de interés y el tipo de cambio real. A ello se suma que las condiciones externas previstas para el año entrante, aunque menos auspiciosas que lo esperado en septiembre, son algo mejores que las del 2014; que la confianza de los consumidores y empresas tenderá a mejorar; que habrá un apoyo adicional por el significativo impulso monetario, el mayor impulso fiscal y el efecto de la depreciación del peso en la actividad de los sectores transables.
Agrega el Informe que si bien la situación financiera de los hogares y empresas es menos holgada que en años anteriores, se estima que no representará un obstáculo para la recuperación de la economía.
En cuanto a la inflación, el IPoM de diciembre dice que la inflación anual del IPC se mantendrá por sobre 4% por algunos meses más. Sin embargo, la combinación de altas bases de comparación del 2014, la evolución del precio de los combustibles y la acumulación de holguras de capacidad en la economía provocarán un descenso hacia 3% en el curso del 2015. Luego, oscilará en torno a 3% hasta el último trimestre del 2016 .
Según explicó el presidente del instituto emisor, la inflación sorprendió al alza a lo largo de este año debido a la mayor depreciación del peso y algunos elementos puntuales – en particular, el incremento del precio de algunas frutas y verduras frescas- que elevaron la inflación por sobre lo previsto. Agregó que estos aumentos ya tuvieron alguna reversión en noviembre, a lo que se sumó el menor precio de los combustibles, lo que debería seguir incidiendo a la baja en los meses venideros.
En cuanto a la actividad, el IPoM dice que en el tercer trimestre, el crecimiento tanto del PIB como de la demanda interna estuvo por debajo de lo previsto en septiembre, aunque el tamaño de la sorpresa fue menor que en el segundo trimestre.
El Informe señala que el bajo crecimiento de la economía se ha dado en un contexto en que las expectativas de empresas y hogares se han vuelto más pesimistas.
Respecto del desempleo, el Informe dice que continúa en torno a 6,5%, lo que es un número reducido desde una perspectiva histórica. Pero agrega que la creación de empleo asalariado ha permanecido baja y que las encuestas dan cuenta de una mayor incertidumbre respecto de la evolución del mercado laboral.
El IPoM prevé un panorama externo de actividad algo menos dinámico que lo previsto en septiembre, pero que sigue apuntando a expansiones para el 2015 y 2016 que serán superiores a los de este año. Señala que ello combina una actividad mundial que ha perdido dinamismo en lo más reciente, pero que se compensa, al menos parcialmente, por el mayor impulso que dará la caída del precio del petróleo.
Para los socios comerciales, proyecta un crecimiento de 3,5% para el año 2015 y 3,9% para el 2016.
El escenario base del IPoM considera que el precio del cobre promediará US$ 2,95 y 2,85 el 2015 y 2016, respectivamente. En cuanto al petróleo, señala que el precio y sus perspectivas descendieron de manera relevante, principalmente por factores de oferta, que han dado paso a un balance superavitario en el mercado del crudo.
En cuanto a los riesgos en la economía externa o interna que podrían modificar las proyecciones, el informe del Banco Central menciona por ejemplo el riesgo sobre el momento y la velocidad en que la Reserva Federal de Estados Unidos comenzará a aumentar su tasa de referencia.
También alude a una mayor volatilidad de los mercados financieros; el desempeño de la economía china y una probable desaceleración en la Eurozona.
Por el lado positivo, se destaca la posibilidad de que la caída del precio del petróleo tenga un efecto superior a lo esperado sobre la actividad interna, ya sea porque tal efecto tiene una intensidad mayor a la del escenario base o porque esta caída sea más pronunciada.
En el plano local, el IPoM menciona entre los riesgos el desempeño de la actividad, pero en especial la dinámica de la demanda interna y que no suceda lo considerado en el escenario base, en cuanto a que la confianza de las empresas y de los consumidores muestre una mejoría gradual. Esto último podría prolongar el menor crecimiento del gasto y de la actividad, traduciéndose en holguras de capacidad más duraderas y en menores presiones inflacionarias.
Fuente: Prensa Senado