Según cifras del Catastro Frutícola, elaborado por ODEPA y CIREN, la superficie frutal aumentó un 33% en los últimos cuatro años. La provincia con mayor crecimiento fue la de Ñuble, que aumentó en casi un 40% sus hectáreas destinadas a la fruticultura en dicho período.
Concepción, 12 de agosto de 2016.- Un aumento de 33,3% registró la superficie frutal en la Región del Biobío según los resultados presentados en el último Catastro Frutícola realizado por el Ministerio de Agricultura, a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) y el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), y que posiciona a la región como una nueva zona frutícola del país.
Y es que uno de los efectos del cambio climático es que la frontera frutícola del país se ha expandido, posicionando a los arándanos, nogales y cerezas como una oportunidad de desarrollo que se suma a los actuales cultivos predominantes en la región como la manzana. Tal como lo explicó el Ministro de Agricultura, Carlos Furche, el incremento de la superficie frutícola se concentra en las provincias de Ñuble y Biobío. “Lo que está ocurriendo es que la frontera de la fruticultura chilena se ha ido ampliando hacia el sur. Lo bueno es que no está desapareciendo en O’Higgins y el Maule, que eran las tradicionales, sino que se está extendiendo con mucha fuerza en el Biobío y La Araucanía”, destacó el Ministro Furche.
En el caso particular de la Región del Biobío, la última vez que se realizó el catastro fue en 2012, año en que la superficie frutal alcanzó 11.212 hectáreas. Actualmente la región tiene 14.947 hectáreas, lo que grafica el aumento de 33,3%. Específicamente en las provincias de Ñuble y Biobío, éstas aumentaron 39,8% y 19,6%, respectivamente.
Tal como explicó la Directora Nacional de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), Claudia Carbonell, “desde el año 2000 que hemos ido realizando registros y eran superficies muy mínimas, pero ahora, en este último catastro vemos que por ejemplo hay 800 hectáreas de castaños (…) Por otro lado, en la región, el riego tecnificado cubre más de 82% de la superficie total frutícola, cifra superior al 73% que existía en 2012, demostrándose así el importante avance tecnológico en esta materia”.
Para el Director Ejecutivo de Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), Juan Pablo López, este cambio se explica porque en la zona “las temperaturas que se registran están siendo anda vez más extremas y algunas veces las precipitaciones están más concentradas y no es extraño ver 50 milímetros de agua caída en un día”.
En el detalle, las cifras por especie a nivel regional son encabezadas por el arándano, que alcanza 5.174 hectáreas, registrando un aumento de 20,9% en los últimos cuatro años. El segundo lugar lo ocupa el nogal con 1.745 ha, aumentando un 115,9% desde el 2012 y en tercer lugar está el cerezo, con un total de 1.616 ha, y le siguen la frambuesa (1.494 ha), el manzano rojo (1.403 ha) y el avellano (1.218 ha). En tanto el avellano es la especie que porcentualmente más creció en los últimos cuatro años ya que tuvo un incremento de un 315%.
Sobre los sistemas de riego utilizados en el Biobío, el catastro frutícola determinó que el riego por goteo alcanzó 9.610 hectáreas. Conjuntamente, el riego por microaspersión registró un significativo aumento, alcanzando, 1.424 hectáreas.
El Catastro Frutícola es una investigación censal que mandata y financia ODEPA y es realizada por CIREN. Su objetivo principal es obtener información de la superficie frutícola, de las plantaciones, de productores y de la infraestructurade las zonas encuestadas. Para conseguir esta información se encuestan todos los predios con plantaciones frutales comerciales iguales y/o superiores a media hectárea.
Política forestal en Región del Biobío
Durante la jornada el Ministro Furche junto al Director Ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Aarón Cavieres; el Director Ejecutivo de Instituto Forestal (INFOR) Fernando Rosselot; y el Intendente de la Región del Biobío, Rodrigo Díaz, lanzó en Concepción la Política Forestal 2015-2035, que guiará el rumbo del sector los próximos 20 años.
“La Región del Biobío es la capital forestal de Chile, tenemos más de 900 mil hectáreas en plantaciones y otro tanto en bosque nativo, es una fuente de ingresos y en consecuencia cuando se plantea una política forestal de largo plazo es evidente que el aterrizaje de esa política en la región es fundamental. Acá tenemos una mesa que replica lo que hemos hecho a nivel nacional, donde participan diversos grupos interesados en la materia y que han logrado llegar a una mirada común, donde se identificaron los cuatro ejes de acción para el futuro, desde los ajustes institucionales hasta la necesidad de mejorar la productividad y de inclusión de las comunidades locales, y que apunta a replantearse el desarrollo forestal para las próximas décadas”, destacó el Ministro Furche.
El Consejo de Política Forestal definió las directrices para el período 2015-2035, agrupadas en cuatro grandes temas; institucionalidad forestal; productividad y crecimiento económico; equidad e inclusión social; y protección y restauración del patrimonio forestal. En este trabajo participaron cerca de 200 personas en los distintos talleres y reuniones realizadas tanto en Santiago como en regiones, a fin de determinar los objetivos y metas a 4, 10 y 20 años.
“Esta política pública se hace cargo, con una mirada de corto, mediano y largo plazo, de los temas de futuro que preocupan al país, como la conservación de los recursos naturales renovables, la disponibilidad de agua, la generación de energía, el fortalecimiento de las pymes forestales y madereras, la mitigación del cambio climático y el desarrollo de la vegetación de las zonas áridas y semiáridas del país, entre otras materias”, explicó Aarón Cavieres. Quien además agregó que dentro de los objetivos claves, es contar con una institucionalidad forestal pública, acorde a la importancia estratégica del sector, desarrollando funciones de coordinación política y técnica interinstitucional, planificación, protección, fomento, fiscalización, investigación e innovación, así como de diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas sectoriales.
Finalmente, el Director Ejecutivo de INFOR, Fernando Rosselot, destacó que para la institución “es muy importante que exista una planificación sectorial público-privada de largo plazo, ya que destaca la generación de bienes públicos y la investigación de largo plazo que realiza la institución responde a una clara demanda de Estado y contribuye de mejor manera con la innovación, la competitividad y el desarrollo sustentable del sector forestal con equidad social y disminución de brechas”.
Fuente: Minagri.