· Expertos explican que parte de sus efectos está en la somnolencia, la irritabilidad y la disminución del estado de alerta. Además, señalan que, de mantener un solo horario durante todo el año, se debería privilegiar el de invierno.
Este sábado 1 de abril en todo el territorio nacional, exceptuando a Magallanes y la Antártica chilena, a las 00.00 horas se deberán atrasar los relojes una hora hasta las 23.00 horas. Con esto, veremos amaneceres más temprano y con mayor luminosidad, mientras que por las tardes se oscurecerá antes, pero ¿cómo impacta este cambio de horario en nuestro cuerpo?
Pablo Guzmán, neurólogo de Clínica Somno explica que este es el cambio de horario más tolerable, debido a que se obtiene una hora más de sueño, en donde específicamente los adolescentes son los que se pueden ver más favorecidos con la modificación, ya que, por lo general, están acostumbrados a acostarse tarde y les cuesta despertar en las mañanas.
Ante esto el especialista añade que “sin embargo, hay personas que sufren consecuencias, tanto en su salud física como psicológica al experimentar estos cambios, destacando principalmente el insomnio, la somnolencia diurna, la fatiga, irritabilidad y la disminución del estado de alerta. Sin embargo, estos efectos pasan con el tiempo y las personas se terminan adaptando a este cambio en 1 a 2 semanas.
Lo anterior, se da en un contexto donde el cambio horario ha entrado en discusión respecto a si es o no una buena medida a llevar a cabo, sin embargo, los especialistas del centro de Medicina del Sueño comentan que sería positivo mantener un horario a lo largo de todo el año, privilegiando el conocido como de invierno. “El cambio de hora durante este periodo, reproduce de forma natural los patrones de sueño deseables para la población general y hay más luz al despertar. Incluso, cuando se mantuvo durante 1 año el horario de verano se produjeron muchos problemas tanto de somnolencia y fatiga, como de funcionamiento del sistema en general, debido principalmente a que en invierno la gente se tuvo que levantar en mitad de la noche sin luz”, señala Guzmán.
Desde Clínica Somno recalcan que, ante cualquier cambio de horario, es importante concientizar sobre cómo estamos manejando nuestra higiene de sueño y entregan algunas recomendaciones para obtener un descanso de calidad:
1) Retrasar progresivamente durante la semana la hora de cenar y de acostarse.
2) Aprovechar las instancias libres dentro del horario laboral para salir a caminar al aire libre y aprovechar la luz del día.
3) No realizar ejercicios intensos cerca de la hora de dormir, pero si pueden ser útiles prácticas relajantes como la elongación o la respiración.
4) Cenar al menos 2 horas antes de ir a la cama.
5) Evitar el consumo de bebidas energizantes después de las 16:00 horas.
6) Evitar el uso de pantallas y dispositivos electrónicos al menos 1 hora antes de dormir, ya que emiten luz azul la que disminuye la segregación de melatonina.
Fuente: Vital Comunicaciones.