Director ejecutivo de CONAF hizo un balance sobre la situación país y entregó un plan de acción para enfrentar el flagelo, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, la Degradación de las Tierras y la Sequía.
Una población de 6,8 millones de chilenos y chilenas y el 21,7% del territorio nacional continental están afectados por el flagelo de la desertificación. Estas son las cifras duras y preocupantes que dio a conocer el director ejecutivo de CONAF, Aarón Cavieres, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, la Degradación de las Tierras y la Sequía, que oficialmente se recuerda mañana viernes 17 de junio.
En algún grado (leve, moderado o grave), esta situación de la superficie se encuentra presente en 156 comunas a lo largo del país. Frente a este escenario, que se ha intensificado producto del cambio climático, la Corporación Nacional Forestal actualizó el estado actual de la desertificación en el país, lo que dio origen al “Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación, la Degradación de las Tierras y la Sequía PANCD-Chile 2016-2030”, conforme al compromiso adoptado el año 2007 en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
Debido a la decidida iniciativa de enfrentar el avance del desierto con metas en el corto, mediano y largo plazo, Chile ya ha conseguido de parte de organismos internacionales la cantidad de 22 millones de dólares para desarrollar una serie de acciones, en las que junto con trabajar en silvicultura preventiva, por ejemplo, para disminuir el daño que provocan en el país los incendios forestales, también se incrementarán acciones de manejo en cuencas hidrográficas y recuperación de suelos degradados.
“Si bien es cierto que la desertificación está presente en todo el país, la Región de Coquimbo es la más afectada, por lo que en esa zona concentraremos nuestro esfuerzo. El cambio climático ha sido un factor decisivo en el aumento de las cifras, por lo que debemos ya pensar que dejó de ser un elemento considerado inicialmente como fenómeno, para pasar a ser estructural”, comentó el director de CONAF.
De acuerdo a la actualización, la realidad de los números indica que en desertificación un 21,7% del territorio continental se encuentra bajo estas características, lo cual corresponde a 16.379.342 hectáreas, con una población afectada de 6.816.661 habitantes de 156 comunas.
Mientras que en degradación, el 79,1% del país tiene algún grado de riesgo, correspondiendo a 59.863.662 hectáreas con una población afectada de 12.064.099 habitantes, en 292 comunas.
En cuando a la sequía, ésta incide en el 72% del territorio nacional, equivalente a 55 millones de hectáreas, con una población afectada de 16 millones de habitantes de 317 de las 345 comunas del país.
“Estas tres situaciones no sólo tienen un impacto ambiental, sino también económico para aquellas personas que viven en dichas zonas porque baja la producción de cualquier actividad y en la calidad de vida de los habitantes, ya que hay menos oportunidades para desarrollarse”, opinó Cavieres.
En este contexto se inserta también el compromiso presidencial de manejar 100 mil hectáreas de bosque nativo y forestar otras 100 mil hectáreas al año 2030, acciones que en conjunto con el Ministerio de Agricultura y otros servicios del agro, buscan paliar y revertir el proceso de desertificación en el país.
Fuente: Prensa Conaf.