El cambio de nombre que realizó Nestlé a la popular galleta “Negrita” puso en tapete el rol de la publicidad en estos “nuevos tiempos”. Para Ramón Orellana, jefe de carrera de Publicidad en la Usach, la comunicación publicitaria debe estar en constante evolución.
La decisión de Nestlé de cambiar el nombre “Negrita” por “Chokita” generó diversas reacciones, con el mundo de la publicidad no quedando ajeno a esta movida con la clásica galleta.
Una de las principales interrogantes llegó de la mano con derribar ciertos estereotipos y que las marcas se adapten en su lenguaje y comunicación a los intereses del público actual. Para algunos, enfocados hacia “una generación de cristal”, para otros, el momento de adecuarse a estos sentimientos y emociones.
“Los publicistas sabemos que los estereotipos tienen una connotación negativa, sin embargo, estas se las da cada persona. Claro que es necesario que las marcas se adapten a los intereses de hoy, pero con el caso de la galleta “Negrita” puede entenderse como una exageración innecesaria con el afán de oportunismo de marketing”, sostuvo Ramón Orellana, jefe de la carrera de Publicidad en la U. de Santiago.
Para el publicista, es clave que estos cambios se perciban como más naturales. “Esto no siempre es bien recibido porque las y los consumidores no son tontos y el cambio de nombre deja ver lo forzado que puede ser una acción de este tipo”.
En esa índole, se explayó. “La comunicación publicitaria, como toda actividad humana, debe estar en constante evolución para responder a los cambios culturales, sociales, políticos y tecnológicos. La cultura se manifiesta a través de la comunicación y desde la comunicación publicitaria se fortalecen y crean símbolos representativos de la cultura, pero que son la expresión de acuerdos sociales y, por lo tanto, convencionales”.
“El cambio de nombre implica una cuestión más compleja e integral a nivel simbólico, puesto que las personas somos esencialmente simbólicas y reconstruimos en nuestras mentes las imágenes desde nuestras propias posiciones particulares”, concluyó el publicista.
Fuente: USACH