- El Centro Tecnológico de Telerrehabilitación y Neurociencias en el Movimiento Humano (CTTN) internacionalizó una de sus terapias y no descartó extenderla a otros países.
- Buscando mejorar la calidad de vida de los usuarios, este centro ofrece a los pacientes una novedosa modalidad, la terapia VERR, caracterizada por un modelo de atención en 4 líneas: presencial, con ambiente virtual, telerrehabilitación y prótesis-ortesis.
Hace poco más de un mes que profesionales del Centro Tecnológico de Telerrehabilitación y Neurociencias en el Movimiento Humano (CTTN) de la Universidad de Talca ofrecen terapias kinésicas hacia pacientes que residen en Guatemala, donde el acceso y desarrollo de este tipo de tecnologías es mucho menor que en nuestro país.
El trabajo está enfocado en mejorar la calidad de vida de los pacientes con diagnósticos neurológicos, mediante el aumento de su funcionalidad, es decir, que la persona pueda realizar labores cotidianas de manera efectiva y por sí mismo, sin ayuda de terceros.
Valeska Gatica, directora del Centro Tecnológico de Telerrehabilitación y Neurociencias en el Movimiento Humano (CTTN) comentó que, después de implementar esta terapia en dicho país, “recibí una hermosa llamada de un paciente de Guatemala y de su hermana, quienes agradecieron el efecto de la terapia, ya que él podía hacer muchas cosas de manera independiente, sin necesidad de ayuda de sus familiares”.
Funcionamiento de VERR
El Centro Tecnológico de Telerrehabilitación y Neurociencias en el Movimiento Humano, dependiente de la Facultad de Ciencias de la Salud de esta Casa de Estudios, tiene como propósito ser referente en medicina y rehabilitación física en las áreas de neurología clínica y adulto mayor, desarrollando e instalando capacidades científico-tecnológicas, y servicios de evaluación y tratamiento especializados, para contribuir al bienestar y calidad de vida de los habitantes de la región del Maule y del país.
En específico, la terapia que internacionalizaron se inicia con una entrevista personal exhaustiva para conocer las necesidades del paciente, y posteriormente, se trabaja aplicando evaluaciones estandarizadas para aplicar los ejercicios correspondientes y a medida que va avanzando el tratamiento se realizan ajustes y reevaluaciones constantes de la rutina, según la necesidad del usuario.
El kinesiólogo Jorge Ayala explicó que, “esta metodología de trabajo siempre busca enlazar los objetivos clínicos con lo que el paciente se propone. Tratamos de unir los objetivos kinésicos, para que la persona también sea parte de la formulación del tratamiento”.
Por otro lado, la comunicación para realizar de manera eficaz estos tratamientos, es clave. Bajo un trabajo minucioso y constante, los terapeutas y pacientes se aventuran en una experiencia desafiante, donde el lenguaje juega un rol fundamental para reconocer los antecedentes médicos de usuarios que muchas veces son adultos y que no tienen familiaridad con la tecnología actual.
Sin embargo, a pesar de los kilómetros que separan a Chile de Guatemala, la terapia ha logrado sacar el máximo provecho de las capacidades físicas de los pacientes que, en la mayoría de los casos sufren patologías neurológicas crónicas.
Juan Carlos Zamora, quien se atiende desde dicho país, describió las sesiones como “un encuentro agradable, de fácil acceso y completo”, que no requiere mayor inversión que su disciplina, porque se lleva a cabo con materiales y utensilios que se encuentran en casa.
Generalmente, las instancias se dan dos veces por semana, por 50 minutos, donde se realizan ejercicios muy puntuales, que buscan ejercitar y fortalecer la musculatura y movilidad de brazos y piernas, para así poder recuperar la tan anhelada independencia.
Fuente: Universidad de Talca