Ante ministras y ministros de Medio Ambiente, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL presentó un nuevo documento de la Comisión sobre financiamiento para el desarrollo sostenible en el marco de la recuperación posCOVID-19 en la región.
(28 de enero, 2022) La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, instó hoy a los países de la región a impulsar nuevas estrategias fiscales y una mayor cooperación internacional ante las asimetrías crecientes para financiar un gran impulso para la sostenibilidad, durante el Foro de Ministros de Medio Ambiente que se realiza en Costa Rica.
Alicia Bárcena fue la ponente principal del Diálogo de Alto Nivel “Acelerando las Finanzas”, que contó con las ponencias de Sonia Muñoz, Jefa de la División del Caribe del Fondo Monetario Internacional (FMI); Andrew Steer, Presidente y CEO de la Fundación Bezos; Rafael Mateo, CEO de ACCIONA; Eric Usher, Director de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y Fiona Clouder, Embajadora de Cambio Climático del Reino Unido para América Latina y el Caribe.
Durante su intervención, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL subrayó que la pandemia ha magnificado el deterioro ambiental con graves retrocesos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Precisó que actualmente se evidencian impactos evidentes ante cambio climático, además de un menor presupuesto público destinado a medio ambiente y acción climática. Asimismo, existen presiones crecientes en zonas urbanas, como el desfinanciamiento del transporte público y un aumento de asentamientos informales.
La máxima representante de la CEPAL afirmó que los estímulos fiscales y el gasto público impulsados por los gobiernos de la región en pandemia se han orientado más al gasto corriente, que se ha traducido en transferencias sociales obviamente importantes para los hogares. Sin embargo, expresó, se ha perdido la oportunidad de fomentar sectores transformadores, lo que acentúa la insostenibilidad del patrón de desarrollo anterior a la crisis.
“Al tiempo que se agrava la situación ambiental y las asimetrías mundiales hay menores presupuestos para sostener el énfasis declarativo de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés). Hemos hecho un análisis de los presupuestos ambientales en el gasto público y vemos que entre 2019 y 2020 se redujeron a la mitad, de 0,4% del PIB a 0,2%, pese a que aumentan los problemas ambientales”, precisó.
Alicia Bárcena advirtió que la crisis agravó problemas estructurales como la baja inversión y aumentó los niveles de deuda, especialmente en el Caribe, y subrayó que la inversión y la productividad son un problema estructural en América Latina que condiciona la posibilidad de sostener una recuperación más allá del repunte del PIB en 2021. La inversión en la región representa 19,5% del PIB en 2021 respecto al 26,8% en el mundo, precisó.
Al mismo tiempo, explicó Alicia Bárcena, la región profundiza una senda insostenible de inversiones al reforzar el patrón de consumo preexistente. En 2021 el gasto total fue de 421 mil millones de dólares, de los cuales la inversión verde solo representó 1% del total del gasto anunciado.
“Es necesario impulsar inversiones estratégicas en sectores verdes, como la descarbonización de la matriz eléctrica, electromovilidad, bioeconomía y soluciones basadas en la naturaleza, economía circular”, subrayó.
La alta funcionaria afirmó que, para ampliar el espacio fiscal, financiar y orientar el desarrollo sostenible es necesario eliminar la evasión y los gastos tributarios (incumplimiento tributario representó US$ 325.000 millones, 6,1% del PIB regional y gastos tributarios son 3% del PIB regional), revisar y actualizar de forma progresiva las regalías por la explotación de recursos no renovables, reducir los subsidios a los combustibles fósiles y mejorar la pobre recaudación del impuesto al carbono, fijado en torno a solo 5 dólares la tonelada y sólo en 4 países, y que permitiría ampliar el espacio fiscal de manera importante si llegara gradualmente hasta 40 dólares por tonelada.
Finalmente, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL llamó a los países a realinear las políticas públicas para lograr un punto adicional anual de inversión transformadora a través de un conjunto de fuentes de financiamiento, y subrayó que la cooperación internacional para el financiamiento de desarrollo para la mayor sostenibilidad y resiliencia climática es importantísima.
“Hay que ampliar y redistribuir liquidez, fortalecer bancos de desarrollo, impulsar instrumentos innovadores e integrar reducción de la deuda con la resiliencia”, concluyó.
En el marco de su intervención, la alta funcionaria de las Naciones Unidas presentó el documento Cómo financiar el desarrollo sostenible: recuperación de los efectos del COVID-19 en América Latina y el Caribe, decimotercer informe especial de una serie que elabora la CEPAL sobre la evolución y los efectos de la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe.
El documento advierte que las asimetrías mundiales condicionan las políticas para la recuperación en América Latina y el Caribe y subraya que, a casi 30 años de la Cumbre para la Tierra y la adopción a nivel mundial de una agenda internacional de desarrollo, el pilar ambiental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está, en términos prácticos, fuera de la consideración de las políticas de recuperación en la región.
Añade que las transferencias para apuntalar el consumo refuerzan un patrón de desarrollo insostenible y las medidas de recuperación pospandemia prolongan el anclaje en un estilo de alta vulnerabilidad a los impactos ambientales y con igual o mayor dependencia de combustibles fósiles.
“La región está desaprovechando la oportunidad de usar el esfuerzo de recuperación para mejorar los patrones de producción y de consumo, así como la calidad y cobertura de los servicios públicos, cuya importancia ha sido resaltada por la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19)”, afirma.
Más información: