Si bien el concepto de inteligencia artificial ha convivido con nosotros por más de medio siglo, ChatGPT cambió el paradigma y “permitió utilizar la IA sin necesidad de conocimientos avanzados en matemáticas o programación”, señaló el académico de la Universidad de Talca, César Astudillo Hernández.
La inteligencia artificial ha experimentado un hito significativo con la irrupción del ChatGPT, una herramienta de procesamiento de lenguaje desarrollada por la empresa OpenAI, que se lanzó a fines de 2022 y que durante 2023 tuvo un crecimiento exponencial.
Sus múltiples usos -incluso- alertaron a algunos expertos quienes vieron potenciales riesgos en su vertiginoso crecimiento, así lo explicó el académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca, César Astudillo Hernández, quien detalló que en Chile “es necesario regular los alcances de la inteligencia artificial, sin dejar de lado la libertad para que se pueda seguir innovando en la materia y participar en este momento crucial de la historia”.
Sin embargo, indicó el académico, hay que estar alerta a los efectos que puede producir el uso de aplicaciones como ChatGPT, ya que una de las mayores amenazas que puede generar “son los sesgos producidos por los algoritmos”.
“La inteligencia artificial cuyo universo de cosas posibles y verdaderas se reduce a un conjunto de datos, puede tener una influencia importante en el pensamiento de las nuevas generaciones que, podría hacerse similar entre persona y persona, disminuyendo la diversidad de ideas, lo que puede afectar negativamente al patrimonio cognitivo de nuestra sociedad”, explicó.
Inteligencia artificial para potenciar la educación
“ChatGPT acelera procesos que solían ser manuales, desde la redacción de correos electrónicos hasta la adaptación de recetas de cocina. Por eso la palabra clave acá es productividad. Esta aplicación se ha convertido en un asistente versátil para diversas tareas, potenciando el trabajo diario”, comentó el académico de la UTalca.
Y como toda herramienta revolucionaria, su impacto en la educación comenzará a ser cada vez más determinante. “Tecnologías como ChatGPT desempeñarán un papel protagónico en la educación. Desde resúmenes de informes hasta la redacción de párrafos, se está integrando en diversas áreas. Los estudiantes se han adaptado rápidamente y la academia debe ser capaz de seguir ese ritmo”, subrayó.
Sin embargo, el mal uso de esta herramienta se vuelve una tentación, y, por otro lado, se puede generar una dependencia a esta aplicación. “Si bien ChatGPT mejora la eficiencia, los estudiantes deben desarrollar competencias específicas, ya que las habilidades profesionales son irremplazables. Es esencial destacar esto para aprovechar la tecnología de manera efectiva”, planteó el académico.
“Hay una amenaza latente y es que los estudiantes no logren desarrollar las competencias específicas en su formación académica, descansando en las respuestas que entrega la inteligencia artificial. Por eso hay que ser tajante en esto, las habilidades y competencias profesionales son irremplazables. No podemos confiar a ciegas en las respuestas que nos entrega ChatGPT. Se necesita el saber hacer para sacar partido de buena manera a este tipo de tecnología. Es importante remarcar eso a nuestros estudiantes”, detalló.
Fuente: U. Talca