La alternativa de que a corto plazo la calidad del aire empeore es difícil, debido a las precipitaciones pronosticadas para el próximo fin de semana; y solo después de las lluvias, con una baja considerable de la temperatura nocturna, eventualmente se podría generar una situación ambiental más crítica que la actual. Así lo informó el director del Centro Meteorológico y Ambiental de la Universidad de Santiago, Patricio Pérez, quien valoró las alertas ambientales decretadas ayer y hoy, dadas las malas condiciones de ventilación en Santiago y alrededores.
La mala calidad del aire en la Región Metropolitana, determinó que la Intendencia Metropolitana decretara hoy, la segunda alerta ambiental consecutiva. Ello implica, entre otros aspectos, la prohibición de circular para vehículos sin sello verde.
Según el Ministerio del Medio Ambiente, el establecimiento de alerta ambiental, conlleva -además de la restricción vehicular- la prohibición total de uso de calefactores y la recomendación de suspender las clases de educación física en los establecimientos educacionales circunscritos a la zona de la medida.
Para el director del Centro Meteorológico y Ambiental de la Universidad de Santiago, Patricio Pérez, las malas condiciones de ventilación que la ciudad de Santiago ha tenido durante los últimos días, gatillaron la decisión de la Intendencia. “Ha habido cierta acumulación de contaminantes, en el orden de los niveles de alerta de material particulado fino”, explica.
Según Pérez, lo particular de la situación actual consiste en que las malas condiciones del aire se han presentado de forma generalizada en la Región Metropolitana y no en el sector poniente de la capital, como es lo habitual.
Por ejemplo, la estación de medición de la calidad del aire ubicada en la comuna de Las Condes, por lo general con registros buenos, “ha marcado niveles regulares, que están superando la norma recomendada para niveles de material particulado fino, no llegando a alerta pero sí, no recomendado para la salud”, añade Pérez.
Recomendaciones
“El material particulado fino, tiene un nivel de toxicidad que afecta la salud de las personas”, enfatiza Pérez. El también denominado PM 2,5, es tan pequeño que puede ingresar directamente a los alveolos de los pulmones, o incluso al torrente sanguíneo, cuando una persona está expuesta.
Entre sus componentes, se pueden encontrar sustancias como sulfato, nitrato, amonio, carbono elemental; compuestos orgánicos como los HAP y metales como plomo, cadmio, vanadio, níquel, cobre, zinc, manganeso y hierro.
Por eso -explica el especialista- la recomendación es que las personas eviten esfuerzos que impliquen actividad física muy extensa, “por el hecho de que ésta conlleva una mayor inhalación de aire, incrementando la cantidad que pueda entrar a los pulmones de las personas”.
Chubascos salvadores
Según la Dirección Meteorológica de Chile, se prevén chubascos para el fin de semana. En este sentido, la presencia de precipitaciones puede ser una solución a las malas condiciones del aire, que hay en la región. “Si llueve, obviamente que eso va a ayudar a descontaminar un poco estos últimos días que han estado con niveles más o menos altos de material particulado fino en la atmósfera”, expresa Pérez.
Por eso, debido a la presencia de lluvias en la zona -a juicio del experto- es difícil que los niveles de contaminación del aire lleguen a emergencia. Sin embargo, llama a poner atención a las bajas temperaturas nocturnas tras las precipitaciones que se avecinan, las cuales pueden ser un factor que lleve a un nuevo retroceso en la calidad del aire.
“Lo que sí puede ocurrir, es que después de la lluvia, como va a haber una disminución de las temperaturas nocturnas sobre todo, podría provocar que después de unos cuatro días pasadas éstas, podríamos entrar en una situación un poco más crítica”, sentencia.
Fuente: Comunicaciones USACH.