En situaciones de gran incertidumbre, como las que traen consigo los desastres naturales o pandemias, existe un aumento de los trastornos relacionados con el estrés y uno de estos es el “agotamiento parental” o “burnout parental”.
Si bien aún no existe información sobre si la prevalencia de este trastorno está en alza, diferentes estudios han demostrado que más de un tercio de los padres está experimentando estrés al momento de enfrentar la crianza de sus hijos, lo que ha alertado a los profesionales de la salud mental, desarrollando diferentes estrategias dirigidas a la prevención de estos trastornos en los padres y al entrenamiento en habilidades de parentalidad positiva.
Tal como han indicado especialistas de salud mental, una de las principales razones del incremento de este estrés es el aumento considerable de las demandas a las que se han visto enfrentados los padres durante la pandemia, debiendo lidiar con la educación y el cuidado de sus niños en forma simultánea con el teletrabajo. Esta situación, junto a la incertidumbre que genera el escenario económico actual, el temor al contagio de uno de los integrantes del hogar o el miedo al desempleo, están agotando la capacidad de los padres para responder a estas exigencias.
El agotamiento parental “se desarrolla cuando los padres enfrentan altos niveles de estrés relacionados con la crianza, existiendo un desequilibrio entre las demandas y los recursos disponibles para enfrentar esas necesidades. Con respecto a los recursos, la situación de pandemia ha generado un fenómeno sin precedentes en la historia, que corresponde a la disminución del apoyo social tradicional, el de la familia extensa, de los abuelos, de los amigos, los que brindan un apoyo fundamental en la crianza y el cuidado de los niños”, explica el Psiquiatra Infanto-Juvenil, Terapeuta familiar y DBT de Clínica INDISA, Pablo Aranda.
Pero, ¿cómo un padre puede darse cuenta de que está en riesgo o que padece de este trastorno? el doctor Aranda detalla que el agotamiento parental es similar a otras condiciones de estrés, sin embargo “se diferencia en que es una condición que aparece en respuesta al estrés parental crónico e intenso. Los padres que presentan este trastorno presentan un cansancio de tipo emocional, físico y psíquico relacionado con temas de la crianza, así como también, un distanciamiento emocional hacia los hijos y una sensación de incompetencia y desesperanza en su rol de padres”.
Cabe precisar que esta sintomatología es recuperable, y con un tratamiento y una actitud adecuada se puede sobrellevar y manejar. “Lo primero es tener una actitud compasiva con respecto a lo que se siente y lo que se experimenta, validando empáticamente las emociones, las preocupaciones, los temores, sin enjuiciarlos, entendiendo que se está haciendo lo mejor posible, dando lo mejor de sí, en una situación excepcional, sin precedentes, donde las demandas son altas y los recursos son cada vez más limitados. Esta actitud nos permitirá lidiar con la culpa, la vergüenza que genera la desconexión emocional, el agotamiento”, afirma el Psiquiatra Infanto-Juvenil, Terapeuta familiar y DBT de Clínica Indisa.
Por último, estudios recientes han demostrado que compartir con grupos de pares las experiencias de la crianza, tendrían resultados positivos en el tratamiento del agotamiento parental. “La pareja, los amigos o los familiares, pueden ser espacios emocionalmente seguros y acogedores, siempre y cuando validen y no enjuicien las emociones, lo que de este modo, permitiría expresar y regular los sentimientos de culpa y vergüenza, así como también, proporcionarían un espacio de distracción, tan necesarios en este período”, detalla el doctor Pablo Aranda.
Asimismo, es igual de importante, ante estas circunstancias, buscar apoyo en profesionales de la salud mental, quienes son los indicados para guiar y aconsejar en las dificultades que puedan aparecer en el día a día.
Fuente: EXTEND