Como Partido Comunista de Chile queremos manifestar nuestra preocupación y nuestro rechazo ante el nombramiento de la senadora Jacqueline van Rysselberghe como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado.
Conocido es su pensamiento y defensa irrestricta de la dictadura y “la obra” de los militares, sin hacerse cargo de las sistemáticas y extendidas violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen que encabezó Augusto Pinochet, a quien la senadora reivindica.
Hace unos meses la vimos encabezando una campaña de apoyo y visitas a Cristián Labbé, detenido por un caso de tortura en Tejas Verdes; y su opinión con claros rasgos homofóbicos respecto a los homosexuales y lesbianas, o sobre las secuelas que, en su imaginario, tienen las y los hijos de padres homoparentales.
Esas visiones complacientes sobre la dictadura, su negación a condenar las graves violaciones a los derechos humanos y sus declaraciones autoritarias y añejas no tienen correlato con la labor que debe cumplir quien tiene una responsabilidad como presidir la Comisión de Derechos Humanos en el Senado; ella es la antítesis de esa labor.
Nos preocupa sobre manera que la elección de la senadora en la presidencia de la Comisión haya sido unánime. No podemos compartir que nuevamente se antepongan acuerdos y consensos por sobre los intereses de quienes votaron esperanzados en un Programa de Gobierno que busca avanzar en la democratización efectiva del país, buscar verdad y justicia, y fortalecer los derechos humanos.
Es por eso que hacemos un llamado a los senadores y senadoras de la Nueva Mayoría a no reeditar conductas que generan tanto repudio en la población, teniendo en cuenta el abrumador rechazo a la designación de Van Rysselberghe como presidenta de la Comisión de DDHH del Senado.
Partido Comunista de Chile.
20 marzo 2015.-