El día de ayer la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, dio a conocer las conclusiones del cónclave de la Nueva Mayoría realizado con el fin de fijar la hoja de ruta para el “segundo tiempo” del Gobierno. Y a juzgar por lo señalado, es indudable que en la oportunidad se abordaron temas de la mayor relevancia, como seguridad ciudadana, infraestructura y gestión de salud y el estado de las reformas. Dado el momento que vive el país, ese ejercicio en sí mismo es muy positivo.
Ahora bien ¿cuánto realismo hubo en ese análisis? No lo sabemos.
A nuestro juicio, un ejercicio de realismo debiera partir por reconocer el error de diagnóstico que se cometió al interpretar las legítimas demandas de cambio de sectores mayoritarios de la sociedad como un llamado a desconocer lo que juntos hemos construido en las últimas décadas; por asumir que lo que se necesita no es más sino mejor Estado y que el sector público y el privado pueden trabajar perfectamente juntos para dar respuestas a las necesidades de las personas; y por valorar abiertamente la iniciativa privada, el emprendimiento y el rol de los empresarios como principales agentes para el crecimiento económico y, por ende, para el desarrollo. Hasta ahora, no hemos escuchado nada en este sentido.
Aunque todavía falta por conocer el detalle de los anuncios, destacamos que se haya aprobado la posibilidad de introducir modificaciones a la reforma tributaria vía cambios legales, que en relación a la reforma laboral se busquen mecanismos para proteger a las pyme y para incentivar la adaptabilidad laboral, y que se esté pensando en llevar adelante una campaña educativa a propósito del tema constitucional. Esto último nos parece de especial relevancia, por lo que esperamos se asegure que la necesaria educación cívica en torno a la Constitución sea efectivamente un proceso formativo.
Desde el punto de vista estrictamente sectorial, nos parece muy positivo el compromiso del Gobierno con impulsar la creación de un fondo de infraestructura y que se haya reafirmado la construcción de 20 hospitales durante este período.
El “segundo tiempo” del Gobierno debiera corregir los errores –que van más allá de problemas de diseño y gestión de las reformas– y dar certezas a la brevedad respecto del camino que se seguirá en adelante, el que parte por garantizar el cumplimiento del Estado de Derecho.
Sergio Torretti Costa
Presidente en Ejercicio
Cámara Chilena de la Construcción