Su oposición a la iniciativa de generar un estatuto laboral para jóvenes que se encuentren estudiando en la educación superior, pues en su opinión constituye un retroceso en el derecho de quienes estudian y trabajan. “Este es un proyecto establece normas que precarizan las condiciones de trabajo para las y los estudiantes trabajadores, incentivando de manera perversa la contratación de mano de obra joven, como mano de obra barata”, expresó el parlamentario.
De Urresti enfatizó que “de aprobarse esta nueva normativa impulsada por el Gobierno, los empleadores podrán interrumpir la jornada de trabajo a su arbitrio, planificando por ejemplo varios turnos cortos en un día. Tampoco se garantiza la obligación de compatibilizar estudios y trabajo, ya que los empleadores no están obligados a respetar la carga académica del estudiante trabajador. Esta es una flexibilidad para el empleador, no para para el estudiante trabajador o trabajadora”.
Cabe destacar, que dentro de las críticas que ha recibido este proyecto de Estatuto Laboral para Jóvenes, es que con él se podrán finalizar los contratos a los 29 años o si se deja de estudiar, sin derecho a indemnización alguna. Además se podría en entredicho el pago de licencias por incapacidad, el pre y post natal, por la posibilidad de no cotizar en salud, así como la eventual imposibilidad de sindicalización. “Y, lo que es más grave, aunque se aumenta el número de cotizantes y recursos para las AFP, tendremos una nueva generación de chilenos que quedan expuestos a recibir paupérrimas pensiones”, declaró el parlamentario.
El senador por la región de Los Ríos destacó que el proyecto tiene una amplia definición de estudiante, donde también se incluye a aquellos que están en vías de titulación, por ejemplo a ingenieros (mineras), periodistas, solo por nombrar a algunas profesiones, que podrán ser contratados de manera precaria hasta por 10 años. “Se está creando un tipo de contrato que precariza y pone en riesgo también el puesto de trabajo de hombres y mujeres que no son estudiantes, muchos jefes o jefas de hogar, y que serán reemplazados por estos jóvenes que entrarán al mercado laboral, hasta los 28 años, con una enorme y perniciosa flexibilidad en materia de jornada y descansos”, argumentó De Urresti, quien anunció que rechazaría la iniciativa en su trámite en la Cámara Alta.
Fuente: Prensa PS.