“Es incomprensible que ante un “infractor serial”, calificación que el propio superintendente dio a la empresa, no haya revocación del permiso ambiental. Las multas, que ya se han aplicado en casos anteriores de salmonicultura , no han tenido impacto sobre el desempeño de las empresas” señalaron desde las ONG FIMA, AIDA y Greenpeace, quienes calificaron como decepcionantes las sanciones aplicadas por la autoridad.
“Nuevamente la SMA se niega a revocar la resolución de calificación ambiental, teniendo las facultades legales para hacerlo, lo que es incomprensible y decepcionante. Vemos que aún ante los cargos más graves posibles, no hay cese del permiso ambiental. ¿Qué más tiene que pasar? Además de daño ambiental estamos ante una clara intención de esconderlo a través de la falsificación de información, lo que lo hace más grave y peligroso. La misma empresa, busca ahora relocalizar sus centros en la Reserva Kawésqar, en una actitud irresponsable, que sostenemos es completamente ilegal, y que afectará gravemente el medio ambiente y territorio indígena” Estefanía González, Coordinadora de Campañas de Greenpeace.
“Esta nueva sanción a la empresa nova austral muestra que estamos frente a proyectos que no dan garantías mínimas de protección del medio ambiente marino y que a pesar de eso, son aprobados sin una evaluación rigurosa por parte de la institucionalidad. Estamos hablando de procesos que causan daño ambiental en un Parque Nacional (de Agostini en este caso) y una empresa que ya ha recibido numerosas sanciones. No parece razonable que se le permita que continúe permitiendo actuar al margen de la normativa ambiental, instalándose en otra área protegida, como es la Reserva Nacional Kawésqar” señaló el Director Ejecutivo, Ezio Costa, de la ONG FIMA.
“Es importante el reconocimiento que la SMA hace de la gravedad del asunto, pero si queremos resultados diferentes debemos no hacer siempre lo mismo. Nova Austral cometió delitos gravísimos con consecuencias difíciles de cuantificar en espacios de alto valor ambiental, los mares patagónicos. Es en esas zonas donde la naturaleza tiene la posibilidad de regenerarse, si le damos la oportunidad. Mientras Nova Austral es sancionada por un lado, se está expandiendo por el otro. Las multas son merecidas, pero necesitamos una ejemplificación muchísimo más potente, coherente con el daño ocasionado. Es hora de que la SMA marque límites infranqueables, sancionando este caso gravísimo con revocación de la RCA. Una empresa que ha generado tanto daño en nuestro ambiente no puede seguir gozando de licencia para operar” Florencia Ortuzar, abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
Fuente: Greenpeace.