La mañana de este miércoles nos enteramos de la muerte de quien liderara la fatídica y maldita Caravana de la Muerte, grupo de soldados que juraron lealtad a la bandera y que usaron sus armas en contra de los chilenos.
Sergio Arellano Stark no sólo fue el líder de esa operación represiva montada por la dictadura de Augusto Pinochet, sino que también fue uno de los principales instigadores -entre los generales del ejército- del Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973.
El Partido Radical lamenta que el fallecido no haya podido pagar en cárcel los años de condena que le dieron por su participación en la Caravana de la Muerte, debido a un cuadro de demencia.
Esta es la demostración de que una justicia que tarda, no es justicia. A más de 40 años del Golpe Militar, es urgente que los fallos que la justicia aún no ejecuta vean la luz, para alcanzar a hacer algo de justicia.
También reiteramos nuestra propuesta de cerrar la cárcel de unta Peuco como un recinto de privilegios para exmilitares, y transformarla en un lugar al que pueda acceder toda la población penal.
Conminamos a los miles de exuniformados -la mayor parte de ellos exconscriptos que hacían su servicio militar o de rangos menores, a romper los pactos de silencios y a ofrecer a la justicia sus testimonios para ayudar a la memoria histórica del país y a encontrar a los aún miles de desaparecidos.
Fuente: Prensa Partido Radical.