Jueves, 09 de julio de 2015.- En el marco de la discusión sobre gratuidad y reforma a la Educación Superior llamamos a la opinión pública a reflexionar sobre los siguientes planteamientos:
- Basar el mecanismo de gratuidad en que debe otorgarse a cada Universidad el equivalente de lo que cada una cobra por aranceles no es una reforma a la educación superior. Por el contrario, reafirma los criterio de mercado y valida los efectos de una prolongada desregulación. Así, el modelo impuesto por la dictadura en los años 80 se conserva y se reafirma su trato discriminatorio contra las universidades estatales.
- Los aranceles que actualmente cada universidad cobra son arbitrarios. Ni siquiera son el producto de verdaderos mecanismos de mercado.
- Tampoco sería comprensible que se fijaran los aranceles proporcionalmente al nivel de acreditación de cada carrera o cada universidad. Aquello condenaría a las universidades menos desarrolladas a un subdesarrollo permanente. En cualquier caso, un Estado que promueva la equidad, debiera preocuparse preferencialmente por apoyar a las universidades que más lo necesitan.
- La política de equidad del Estado implica que no puede discriminar. El Estado tiene la obligación de otorgar a cada una de las estatales al menos lo mismo que le da a la más cara de las que recibirán gratuidad (hasta lo que sabemos ahora, del CRUCH).
- No debe prohibirse la expansión de matrícula en las universidades estatales. Esta política sería contradictoria con la voluntad de los jóvenes que declaran preferirlas (encuesta Mori). Hacerlo obligaría a esos jóvenes a irse a las universidades privadas, a la vez que obligaría al Estado a transferirles a universidades privadas fondos fiscales (muchas de las cuales están siendo investigadas por lucro).
- ¿Es justo que el Estado le dé más recursos a una universidad privada que a una estatal por un estudiante que cursa la misma carrera?
- Pensamos que la actual discusión sobre gratuidad y reforma a la Educación Superior es una gran oportunidad para replantear el aporte sistémico y de fondos basales a las universidades públicas. Es el momento de empezar a conversar sobre un proyecto de desarrollo para las universidades del Estado de Chile.
Fuente: Prensa Universidades Estatales.