En medio de la devastación de incendios que arrasa con ecosistemas en la zona cordillerana de la Araucanía, particularmente la reserva China Muerta y el parque Conguillio, donde cientos de hectáreas de milenarias Araucarias y en total unas 4 mil hectáreas de bosque nativo han sido consumidas, desde la manifestación en Temuco “hacia la recuperación de las aguas, por la defensa de los territorios”, que reunió en la marcha a más de 1,500 personas según estimaciones este sábado 21 de marzo, se levantó con fuerza la voz para emplazar a las autoridades por la tardía reacción para el control de incendios y asimismo, para exigir los planes que se establecerán tendiente a la restitución del territorio, de especial interés para la biodiversidad y la vida los habitantes de la región, donde se originan numerosas fuentes de agua, indispensables frente a la crisis hídrica que azota.
Luz María Huenupi, de “defensa territorio Melipeuco”, hizo un llamado para apoyar las urgentes labores de control y asimismo, para que desde ya, se transparenten las acciones que se asumirán para la restitución de la flora y fauna del territorio.
Por su parte, a través de un comunicado público, la comunidad pewenche de Quinquen, comuna de Lonquimay, señaló: “Creemos firmemente que si no se toman medidas más efectivas para detener el fuego, el daño ecológico será irreparable. Lo sabemos muy bien, pues en el pasado un incendio de gran magnitud, provocado intencionalmente por una empresa maderera, arrasó con una montaña completa, dejando tras de sí un paisaje desolador. Hoy, las cenizas y los restos de araucarias calcinadas que permanecen en ese sector, irónicamente llamado “El Quemado”, son el vivo recuerdo de un desastre que por estos días vemos repetirse”.
Pablo Huaiquilao de Karilafken, uno de los voceros del movimiento por la recuperación de las aguas y la defensa de los territorios, puso en alerta sobre la intencionalidad en estos incendios a través de medios de prensa: “Existen algunos resquicios legales que permitirían explotar madera de araucaria cuando esté muerta, por lo tanto estos incendios forestales yo creo que son intencionales por parte de la gente que está interesada en su explotación”
Ayer domingo 22 de marzo, ONEMI y CONAF informaron que cerca de 4.000 hectáreas han sido arrasadas por el voraz incendio en China Muerta que involucra a las comunas de Lonquimay y Melipeuco: “Ante el consumo de una superficie de más de 3.700 hectáreas de arbolado natural, se está trabajando con todos los recursos disponibles y se han reforzado los medios existentes a la fecha, con brigadas, maquinaria pesada y helicópteros”, indicaban las oficinas.
Estudios científicos emitidos desde el año 2009 por la Universidad Austral de Valdivia, han concluido que los caudales y la producción de agua están correlacionados con el porcentaje de bosque nativo que cubre las cuencas. En números: un incremento del 10% en la cubierta de bosque nativo en las cuencas produciría un aumento de 14,1% en el caudal de verano.
Otra de las graves preocupaciones de diversos sectores sociales y territoriales, es la masificación de las plantaciones de pinos y eucaliptus que han causado severos estragos ya que succionan profundamente las napas subterráneas y existen numerosas irregularidades donde las empresas madereras no están respetando las cuencas hidrográficas sin fiscalización de organismos como CONAF. Asimismo, estas especies en monocultivo, por sus composiciones inflamables, según consta en estudios científicos, hacen proliferar los incendios con severos impactos a las poblaciones y los ecosistemas.
Desde comunicaciones de la red por la defensa de los territorios, se indicó que las medidas que actualmente promueve el gobierno con el “Fondo de Conservación, Recuperación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo”, estipulado en la Ley n.º23.283 sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, son irrisorias e insuficiente y que se hace indispensable que se termine con los proteccionismos y subsidios a las empresas madereras y de una vez por todas se establezcan planes integrales de restitución de bosques y ecosistemas.
El movimiento por la recuperación de las aguas y la defensa de los territorios, exige, poner fin a la expansión de plantaciones de monocultivos, disminuir las superficies y establecer con urgencia políticas tendiente a la restitución de ecosistemas, de bosques nativos, para la protección y fomento de las fuentes de agua. Para los casos de restitución en la reserva China muerta, se exige participación activa de comunidades pewenche, considerando que se tratan de espacios de enorme significación cultural e identitario.
Fuente: Equipo Comunicaciones Mapuche.