Cada año, el 8 de marzo nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los avances y desafíos que enfrentan las mujeres en todo el mundo. Pero, no debiese ser la única ocasión. Hoy, quiero que dirijamos especial atención hacia el papel crucial que desempeñan las mujeres en el multilateralismo, un escenario donde nuestras voces son esenciales para forjar un futuro más equitativo y sostenible. El propósito de este día es clave: reconocer el rol esencial que han jugado las mujeres en la promoción de los derechos humanos, paz y desarrollo sostenible dentro del sistema multilateral.
La promoción de los derechos humanos, paz y desarrollo sostenible dentro del sistema multilateral fue el gatillante para que la Conferencia General de la UNESCO adoptara la Resolución 41 C/57 en noviembre de 2021, que declaró el 25 de enero el Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo.
Hoy abogamos por tener paridad en puestos claves de toma de decisiones que configuran las agendas multilaterales, para asegurar que exista representación en los acuerdos transformadores de género. Pese a todos los esfuerzos para promover esa participación y para poder cerrar la brecha, nos falta muchísimo.
Según datos de la ONU, al 10 de enero de este año, hay 26 países donde 28 mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o de Gobierno y sólo 15 países están presididos por una Jefa de Estado, mientras que 16 países tienen Jefas de Gobierno. Esto significa que, al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará por otros 130 años.
La meta común adoptada internacionalmente en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing es lograr la participación política y distribución equilibrada del poder entre hombres y mujeres en la toma de decisiones. Aunque la mayoría de los países del mundo no han alcanzado la paridad de género, es importante destacar que las cuotas de género han contribuido sustancialmente al progreso a lo largo de los años.
No obstante, de los 67 países que han promulgado leyes de cuotas de candidatas a nivel nacional, solo 15 tienen metas de representación del 50% y 10 tienen metas de más del 40%. Ninguno de los países que han promulgado leyes de escaños reservados apunta al 50% en favor de las mujeres, sino que la proporción va del 5% al 30%. Si se elevarán las metas de las leyes de cuotas al 50% para cada género, se llegaría mucho más rápido a la paridad de género y la representación igualitaria de las mujeres. Pero volvemos a lo mismo: sigue faltando mucho.
La evidencia es firme y demuestra que la presencia de mujeres líderes en los procesos de toma de decisiones aporta con perspectivas únicas y experiencias diversas que enriquecen los procesos. Además, la diversidad de género en la alta dirección puede estar asociada con un mejor rendimiento financiero-empresarial y en la aplicación de políticas y decisiones que aborden nuestras temáticas de manera más efectiva.
Como decía Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas y la presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, hago un llamado a que sigamos tomando acción para un multilateralismo verdaderamente inclusivo y equitativo: “Todos debemos hacer todo lo posible para que las mujeres estén presentes, se oiga nuestra voz y se valoren nuestras contribuciones.”
Karina Suárez
Gerenta General Avon Chile
Fuente: Público Porter Novelli.