En Chile, cerca de un 40% de las personas mayores de 15 años fuma tabaco habitualmente. Muchas de ellas desarrollarán diferentes tipos de enfermedades asociadas a esta droga legal a lo largo de su vida, muchas de las cuales se sumarán a la triste cifra de 46 personas diarias que fallecen producto de afecciones relacionadas a esta adicción.
Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, fecha que acumula diversas iniciativas para concientizar a la población sobre el daño que provoca su consumo a una sociedad que día a día pierde el foco respecto a la gravedad de la situación.
Mientras más cigarrillos se fumen, mayor es el riesgo de padecer enfermedades, pero no sólo el fumador se expone. Los fumadores pasivos, que pueden ser personas o mascotas, también están expuestos. Por eso es que Berlena Vaquero, Directora de Técnico en Odontología en el CFT Santo Tomás de Puente Alto, nos comparte 3 razones para dejar este hábito:
Problemas a los dientes
Dentro de los muchos compuestos que tienen los cigarrillos hay muchos de ellos que pueden teñir los dientes, pero no solo eso: “Además de tinciones dentales, el tabaco provoca mal aliento, inicio de cúmulo de placa bacteriana y enfermedades periodontales”, según explica Vaquero.
De todas formas, esto es solamente lo inmediato, ya que a largo plazo también puede provocar “periodontitis agresivas o cáncer bucal”, lo que podría incluso conllevar pérdida o quiebre de piezas dentales.
¿Fertilizantes y venenos?
En cada cigarrillo que se consume se encuentran más de 4.000 sustancias químicas, de las cuales cerca de 250 generan diferentes tipos de problemas de salud. De ellas, 50 directamente son cancerígenas.
“Además del tabaco, los residuos de fertilizantes con los que se cultivó el tabaco, encontramos otros compuestos como la nicotina, que es lo que provoca la adicción, o alquitrán, que es uno de los principales causantes de cáncer”, señala Vaquero. Este último también tiene graves conflictos con el medio ambiente, contaminando el agua a través de las colillas que se desechan.
Y es más: el humo contiene monóxido de carbono y arsénico. Según explica la docente, el primero es “un gas tóxico como el que emana de los tubos de escape”, mientras que el otro es un “químico usado incluso como veneno para ratas”.
Esta información viene impresa en las cajetillas comercializadas en Chile junto con imágenes disuasivas de sus posibles consecuencias. Esto gracias a la ley N°20.660, la que modificó la ya existente ley relacionada al tabaco para incluir estas advertencias.
Uno de los mayores “asesinos” del mundo
En Chile más de 40 personas fallecen día a día producto de complicaciones de salud relacionadas al consumo del tabaco, entre las que encontramos enfermedades respiratorias, cardíacas, cáncer -boca, lengua, faringe, pulmones, piel y más- y otros efectos como menor rendimiento físico.
“El tabaco mata en el mundo a más de ocho millones de personas por año, siete millones de esas muertes se deben al consumo directo y un millón al humo ajeno al que están expuestos los no fumadores”, revela Vaquero.
La profesional asegura que actualmente contamos con “la información para tomar las mejores decisiones para nuestra salud y la de nuestro entorno, disminuyendo el consumo de tabaco, de manera paulatina, promoviendo ambientes libres de humo. Partamos hoy”.
Fuente: Simplicity