Dra. Ana Claudia Villarroel, diabetóloga y nutrióloga de Clínica Santa María
La diabetes y el coronavirus tienen una relación que es bidireccional. Por un lado, una persona que tiene una diabetes, sobre si está descompensada tiene mayor riesgo de presentar la forma grave de la enfermedad por coronavirus. En el sentido opuesto, una persona que no tiene diabetes y que se infecta por coronavirus, tiene mayor riesgo de desarrollar diabetes en relación con esa enfermedad por coronavirus.
Esto es biológicamente plausible y explicable porque las células betas, que son las productoras de la insulina, vienen del páncreas, tienen en su superficie los receptores AC2 que son los que se han descubierto que por esa zona puede ingresar el coronavirus y producir daño.
En Chile los diabetólogos hemos visto todo tipo de presentación clínica posible en cuanto a las alteraciones de una diabetes en relación a pacientes que han cursado la enfermedad por coronavirus, sobre todo en las formas más graves de la enfermedad. Por regla general una persona que tiene diabetes y que tiene la forma grave de diabetes se caracteriza por tres formas básicas. Primero que va a requerir dosis altas de insulina para poder compensar la diabetes. Segundo, que tiene mucha mayor tendencia de presentar cetoacidosis diabéticas, que es la forma grave de la enfermedad. Y tercero, que tienen un gran riesgo de hipoglicemia, es decir que la glicemia disminuya bruscamente y produzca problemas cuando la persona está comenzando la etapa de recuperación de la forma grave de coronavirus o cuando se suspende el tratamiento con corticoides, que es el tratamiento que más se ha usado en cuanto a esta enfermedad.
Los diabetólogos hemos visto pacientes previamente diabéticos que cursan muy descompensados, pacientes que no conocían su condición de diabetes y esta se pesquisa en el momento de infección por coronavirus. Tercero, pacientes que pasan la infección por coronavirus y meses después presentan inicios de una diabetes.
En este sentido cabe mencionar que parte de estas personas que posterior a la infección por coronavirus desarrollan diabetes tienen un examen de marcadores inmunológicos positivo, es decir, lo que le ocurrió a esas personas, secundario a lo cual desarrollaron la diabetes es que a nivel de las células beta, que es la célula del páncreas que produce la insulina se estableció un proceso inmunológico que hizo que se dañara en forma irreversible la funcionalidad de esas células para producir la insulina.
Este trastorno inmunológico contra la célula beta productora de insulina es lo que se conoce como diabetes tipo 1, la cual requiere un tratamiento con insulina de por vida, dado que se definen como pacientes diabéticos insulinodependientes. A su vez, también hemos visto pacientes que sin cursas una infección clínica evidente por coronavirus se presentan con el debut de una diabetes tipo 1 y al hacerle los exámenes de anticuerpos por coronavirus, nos hemos dado cuenta de que sí han estado expuestos a esta infección habiendo hecho probablemente una forma de coronavirus asintomática.
Es así como surge la duda de que el coronavirus es capaz de generar o gatillar este daño inmunológico a nivel de la célula beta productora de insulina, lo cual sería responsable del desarrollo de una diabetes tipo 1 posterior a una infección por coronavirus.
Ha sido tan frecuente estos casos a nivel mundial que actualmente existe un grupo de estudio que está intentando recopilar la mayor cantidad de datos posibles provenientes de todos los países, para hacer un análisis que lleve a evidencia sustentable que permita sacar conclusiones acerca de cuál es el daño que produce el coronavirus a nivel de la célula productora de insulina y si este es responsable del desarrollo posterior de diabetes tipo 1.
Fuente: Comsulting.