La encargada de la unidad, Karin Baeza, destacó la aprobación de la paridad en el Congreso, pero enfatizó que una nueva Constitución debe abordar de mejor manera las denuncias por violencia de género y velar por una mayor participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones.
Esta semana, las dos cámaras del Congreso aprobaron la paridad de género en cualquiera de las convenciones que redacte una eventual nueva Constitución, en caso que dicha opción se imponga en el plebiscito del próximo 26 de abril.
Al respecto, la directora de Género, Diversidad y Equidad de la Universidad de Santiago, Karin Baeza, consideró que el hecho constituye un primer paso, pero no el definitivo hacia la igualdad de derechos.
“No basta con salvaguardar la paridad al inicio del proceso, sino que es necesario también hacerlo a posteriori”, afirmó. “El tema de la igualdad de género ha sido difícil hacerlo transversal en el país”, argumentó.
La especialista consideró que el tratamiento que se le ha dado a las denuncias que han sido formuladas por mujeres –por violencia de género o por acoso, por ejemplo-, ha sido insuficiente. Además, criticó la baja representación de mujeres en espacios de toma de decisiones.
“Una nueva Constitución tiene que ser paritaria, plural y contemplando a todos los actores que componen el país”, sostuvo. “No tendría sentido hacer una nueva que no reflejase la realidad. Sólo reflejándola vamos a lograr una Carta Magna legítima, que nos represente”, concluyó.