Septiembre 02 de 2015.- Una fuerte oposición a la moción presentada por tres senadores de la Nueva Mayoría, que busca favorecer al sector artesanal en desmedro de los trabajadores de la industria pesquera, y que entre otros graves aspectos pretende suprimir el arrastre en Chile, manifestaron esta mañana ante la Comisión de Pesca del Senado dirigentes de la flota pesquera industrial de la Región del Biobío.
Criticaron la falta de propuestas sociales en beneficio de los trabajadores que representan y afirmaron que se trata de parlamentarios que poco y nada saben de la realidad del sector, en particular de la VIII Región, donde solo la planta de langostinos de Camanchaca en Tomé genera 700 puestos de trabajo femenino.
“Suprimir la pesca de arrastre en nuestro país tendría un impacto social tremendo, ya que somos más de 5.400 chilenos los que trabajamos directamente en la flota de arrastre y en las plantas que procesan su pesca, todos con contrato indefinido; lo que se traduce en unas 66.400 familias. Y hay otras 15 mil personas que trabajan prestando servicios a las compañías pesqueras, que también ganan su sustento gracias a la pesca de fondo”, destacó Jaime Acuña, presidente de la Asociación Gremial de Oficiales de la Pesca Industrial (Agopesi). “Pero para todos ellos no hay ninguna propuesta por parte de quienes quieren modificar la Ley”.
El dirigente centró su presentación ante los senadores en la desmitificación de las creencias en torno al arrastre, la que recordó se practica en todo el mundo, “siendo prohibida solo en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez por razones ideológicas”.
Asimismo descartó de plano que el arrastre tenga relación con el “agotamiento” de los recursos, afirmando que esto no tiene que ver con el arte de pesca (cualquiera sea), “sino con la existencia de una cuota de captura y con que se fiscalice su cumplimiento”. Además, sostuvo que la red de arrastre es selectiva, logrando un 90 a 99,7% de las especies objetivo. Junto con señalar que este arte de pesca está reglamentado en Chile, explicó que existe una regulación complementaria a toda la pesca industrial, la que considera el uso obligatorio de posicionador satelital en el 100% de la flota; programas de seguimiento del estado de las pesquerías efectuados anualmente por el Ifop; programa de observadores científicos a bordo de las naves; sistema de certificación de capturas en todos los desembarques industriales, además de un sistema de sanciones y procedimiento administrativo expedito.
Pesca ilegal artesanal
En tanto, Sergio Vera, vicepresidente de la Federación de Tripulantes de Chile (Fetrinech), recordó que en el caso de la merluza la flota industrial pasó de operar con 35 barcos en 2002, a solo 5 naves en 2015, mientras que la artesanal se ha mantenido en cerca de 3 mil embarcaciones. Añadió que la cuota de captura anual pasó de 128 mil toneladas en 2002 a 23 mil ton este año (60% industrial – 40% artesanal). “Los senadores deben reconocer, como lo ha hecho el mismo sector artesanal, que hoy la situación de la Merluza Común está siendo aún más crítica debido a la indiscriminada pesca ilegal de parte de ese sector, la cual alcanza las 43 mil toneladas anuales.
Fuente: Impronta Comunicación.