Desde la elección de ingredientes hasta la preparación de los platos, la académica Liliana Maier entrega recomendaciones clave para evitar problemas de salud relacionados con los alimentos.
Las celebraciones de fin de año son una oportunidad especial para compartir con seres queridos en torno a cenas elaboradas. Sin embargo, estos momentos festivos pueden verse empañados si no se toman las medidas necesarias para garantizar la inocuidad de los alimentos.
Según Liliana Maier, experta en inocuidad alimentaria y académica de la Facultad de Recursos Naturales y Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás, los resguardos se deben tomar desde el momento en que realizamos las compras.
Cuidados desde la compra
Las altas temperaturas pueden acelerar la proliferación de microorganismos peligrosos, por lo que se deben tener en cuenta algunos cuidados básicos.
“Entre los alimentos más delicados destacan las carnes, los productos del mar y los alimentos listos para consumir. Estos últimos, deben mantenerse en el refrigerador por no más de tres días, ya que bacterias como Listeria monocytogenes pueden desarrollarse incluso en bajas temperaturas,” señala la especialista.
Una buena idea es transportar los productos más delicados en un cooler con hielo, asegurándose de refrigerarlos inmediatamente al llegar a casa y consumirlos lo antes posible.
Evitar la contaminación cruzada
En la cocina, la higiene es fundamental. “Lo principal es lavarnos las manos antes y después de manipular alimentos, sobre todo si se trata de alimentos crudos como la carne o los huevos,” subraya Maier.
Además, la especialista insiste en la importancia de evitar la contaminación cruzada: “Se deben mantener limpias las superficies y no ocupar las mismas tablas ni cuchillos para distintos alimentos.”
La experta también sugiere medidas específicas como usar tablas de colores o materiales distintos para alimentos crudos y cocidos. En cuanto al lavado del pollo, recalca que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no lo recomienda, ya que puede esparcir patógenos. En su lugar, sugiere cocinarlo directamente.
Conservación de las sobras
Aunque lo recomendable es preparar porciones justas, para aquellos alimentos que no se consumen inmediatamente, Maier aconseja guardarlos en envases herméticos y limpios, ya sea en el congelador o en el refrigerador, dependiendo del tiempo de consumo.
“En el congelador, los alimentos se pueden conservar en buen estado por varias semanas, mientras que, en el refrigerador, no deberían mantenerse más de tres días,” indica.
Asimismo, advierte sobre los riesgos de recalentar ciertos alimentos como el arroz. “El arroz puede desarrollar Bacillus cereus, una bacteria que genera toxinas que producen vómitos o diarrea,” detalla.
Finalmente, Liliana Maier señala que todas estas recomendaciones “deben aplicarse de manera más estricta en la preparación de alimentos destinados a mujeres embarazadas, adultos mayores, niños o niñas e inmunodeprimidos,” destacando la importancia de extremar los cuidados en estos casos, ya que “son más susceptibles a las infecciones alimentarias.”
Fuente: Simplicity