El académico de la Usach, Guillermo Pattillo, sostuvo que la situación ratifica “algo que ya está internalizado hace bastante tiempo en los mercados”. Aunque el crecimiento será alto este año, señala que las perspectivas son diferentes respecto a 2022.
El Banco Central publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM) del mes de diciembre, que estimó un crecimiento de 11,5% y 12,0% este año. Con un mayor gasto interno, que ha llevado al crecimiento del PIB chileno dentro de los más altos del mundo, el documento también especificó el aumento de la tasa de interés, ahora a un 4%, y una fuerte desaceleración en 2022 y 2023.
Para el experto en proyecciones macroeconómicas y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago, Guillermo Pattillo, la situación ratifica algo que ya está internalizado hace bastante tiempo en los mercados y que el mismo Banco Central ha ido sosteniendo en los últimos seis meses, donde el término de algunas ayudas como el IFE se acabarán para el próximo año.
“El crecimiento está muy lejos, por arriba de la tendencia de Chile o, más preciso, de la tasa esperada de evolución del producto tendencial y va a retroceder fuertemente hacia esos niveles, con una situación interna compleja, derivado, por un lado, de una carga fiscal enorme, que pone un montón de interrogantes sobre el futuro en lo que haga la autoridad que asume en marzo”, sostuvo el economista.
En ese ámbito, el experto en política monetaria estimó una tasa de desocupación promedio cercana a la de este año, del orden de un 8%, para 2022, donde aún veremos gente desocupada que estuvo ocupada a fines de 2019 y tras la pandemia de 2020. “El entorno del mercado del trabajo no va a ser para nada favorable”, afirmo.
“Los desafíos son muy grandes. Lo que nos espera son crecimientos muy bajos. Vamos a tener un entorno de desocupación más alta de lo que teníamos antes, el fin de todos los apoyos especiales, posible incertidumbre de la acción de la autoridad política respecto del espacio económico y tasas de interés altas. Eso es inevitable y ya lo hemos visto”, insistió Pattillo.
Con expectativas que se habrían deteriorado en los últimos meses y con medidas que, según el economista, irían en la senda de precaverse de escenarios negativos y empresas que estarían repartiendo una fracción mucho más alta de sus dividendos y reteniendo menos utilidades de lo que había sido tradicional, el economista apuntó a que el escenario va a implicar “esfuerzos muy grandes para avanzar hacia la estabilidad fiscal”.
“El IPoM lo que hoy presenta es un panorama, yo creo que bastante realista, incluso, asumiendo que las cosas se dan razonablemente bien. Es decir, no debemos esperar para 2022 o 2023 situaciones de bonanza económica, aun cuando la economía internacional va a estar bastante bien. Nosotros, por razones internas, vamos a tener una evolución muy complicada”, concluyó.
Fuente: Usach.