El IPAM de diciembre muestra que la inflación para este grupo superó en 0,6 puntos porcentuales al IPC. En el caso de los hogares del quintil de menores ingresos, el aumento de los precios acumuló durante el año un alza de 15,3%.
En medio de los análisis por el 12,8% de inflación con el que cerró 2022, aparece otra cifra que muestra el complejo escenario económico que afecta a los hogares en Chile y que impacta a uno de los grupos más vulnerables.
El Índice de Precios del Adulto Mayor de diciembre (IPAM), calculado por la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, a través de su Centro de Políticas Públicas, muestra que en el último mes del año los precios para los hogares liderados por una persona de más de 65 años subieron un 0,1%. Si se considera la variación en los últimos doce meses, este incremento es de 13,4%, lo que corresponde a 0,6 puntos porcentuales por sobre el IPC.
Precio de los alimentos es el que más afecta a los adultos mayores
Tanto para el IPC como para el IPAM, la división de alimentos y bebidas no alcohólicas junto con la de vivienda y servicios básicos son las que más ponderación tienen dentro de la canasta; pero en el IPAM, representan una mayor proporción del gasto de los hogares de adultos mayores. Estas tuvieron una variación mensual de 1,1% y -0,6%, respectivamente.
Considerando los últimos 12 meses, los productos que componen la división de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron sus precios en un 25,1%; mientras que para vivienda y servicios el alza fue de 10,9% el último año.
En el acumulado 2022, solo la división correspondiente a comunicaciones tuvo un descenso de 5,5%.
Inflación acumulada anual para el quintil de menores ingresos llegó a 15,3%
Al evaluar las diferencias según situación socioeconómica, se apreció que el IPAM del quintil de menores ingresos acumuló durante el año un alza de 15,3%. Para el caso del quintil de mayores ingresos este índice creció un 12,3% anual en 2022.
“Esto quiere decir que los adultos mayores más vulnerables han enfrentado un alza en el costo de vida 3 puntos porcentuales mayor que aquellos con el mejor pasar socioeconómico y 2,5 puntos porcentuales más que la población en general durante el año”, detalla Alejandro Weber, decano de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián.
Agrega que “esta última diferencia viene en aumento desde hace cuatro meses consecutivos y hace aún más relevante contar con herramientas que sean más pertinentes para este grupo de la población. Por ejemplo, el sistema de reajuste de la PGU, que se basa en la variación del IPC, podría considerar el IPAM, ya que refleja de mejor manera la realidad de este grupo etario”.
Fuente: USS.