· Especialista de la PUCV estima que este será el fenómeno que predomine de aquí hacia el final del invierno, al igual que el que afectó a la zona central en 1997 y que dejó una gran cantidad de damnificados y diversas emergencias y pérdidas económicas.
Evacuaciones, cierres de carreteras, deslizamientos, desbordes de ríos y cortes de electricidad. Así hizo su arribo el Fenómeno de El Niño a la zona central del país durante la jornada del jueves y que se dejó sentir durante gran parte del fin de semana.
Y es que, a diferencia del año pasado, donde el fenómeno climatológico no alcanzó a estar presente, para esta temporada “El Niño Canónico” promete dejar postales como las que hemos vivido durante estos días por lo menos hasta fines agosto. Con índices de agua caída que rondan los 50 milímetros en Santiago y bordean los 100 en la región de Valparaíso, El Niño es más rebelde que otros años.
Así lo detalla el profesor de la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Tomás Berger, quien señaló que “la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en Inglés), ya decretó el arribo del Fenómeno de El Niño. Este trae consigo aguas cálidas que llegan a la zona costera desde el Ecuador, lo que conlleva más precipitaciones debido a la gran cantidad de evaporación del agua”.
En cuanto a la cantidad de lluvias caídas en la zona central, el especialista advierte que ésta podría ser una proyección de lo que podría ocurrir durante los próximos meses. “Hay distintos tipos de Niño. El Niño Canónico es el fenómeno tradicional, en donde las anomalías de las temperaturas altas en los océanos que se aprecian en la zona ecuatorial se despliegan hasta el resto de América; este es el tipo de fenómeno que al parecer estamos viviendo ahora. Estas características son similares a las que se originaron el año 1997, en donde se registró una gran cantidad de agua caída y, por otra parte, son muy distintas a las del 2015, en donde se presentó El Niño Modoki, el cual presentó precipitaciones más leves”.
Berger añadió que “El Niño Canónico” puede traer más precipitaciones, específicamente en la zona central y en los valles del interior, lo que podría generar diversas emergencias como riesgos de aluviones y anegamientos.
Cabe recordar que el último Fenómeno de El Niño que se dejó sentir con intensidad en nuestro país se registró en el año 1997. En dicha época la temperatura del mar se elevó en tres grados lo que provocó que diversos sistemas frontales afectaran la zona central desde fines de mayo hasta fines de julio. Debido a las distintas emergencias, entre las que se cuentan derrumbes, anegamientos y aludes, hacia el final del evento climatológico las cifras se elevaron a 87.000 damnificados, 10.000 albergados, 20 personas fallecidas y diversas pérdidas económicas.
Fuente: PUCV.