- Gabriela Lazo, Founder & CEO de LRM Comunicaciones, Agencia 360° con más de 25 años de experiencia, conformada por un equipo con diversidad de talentos, multidisciplinario y con experiencia en comunicaciones, marketing estratégico PR, Brand & Corp y soluciones comunicacionales a nivel global.
Hace unos años un alto ejecutivo se acercó con la siguiente disyuntiva: si bien su negocio había generado en los últimos años grandes ganancias, había logrado sumar más gente a su equipo y desarrollado exitosas campañas de marketing por redes sociales, no entendía por qué las personas que estaban trabajando se resistían a participar de actividades internas, no mostraban gran interés por los avances de la organización y el clima laboral no era del mejor.
Al preguntarle qué es lo que estaba haciendo a nivel de comunicaciones internas, me respondió que se preocupaba de enviar un newsletter mensual a todos sus trabajadores para que se sintieran parte de los logros de la empresa y para que se mantuvieran informados. Al consultarle cuántas personas abrían ese mailing, me respondió que menos de la mitad de su equipo lo hacía.
Situaciones como esta, suceden en muchas organizaciones, en especial las que centran todos sus esfuerzos en ser percibidas por el público de manera positiva, pero se olvidan absolutamente de cómo la empresa es percibida por los principales embajadores de la marca: sus propios trabajadores. Porque la verdad es que, puedes gastar todos tus recursos en alimentar tus redes sociales, pero si no inviertes en tu capital humano, si no sabes qué están pensando, cómo se sienten, qué necesitan, qué quieren saber, qué les da miedo, qué les da un sentido de pertenencia, ese gran esfuerzo queda como el viejo pero, tan sabio refrán, “en casa de herrero, cuchillo de palo”.
En toda relación humana, incluyendo la corporativa, las comunicaciones son esenciales y, para que sean realmente efectivas y poder contar con un equipo comprometido y espacios laborales colaborativos positivos, hay que comunicar de adentro hacia afuera. Y para ello, enviar un newsletter a la semana o al mes, NO BASTA e incluso, en algunos casos, hasta puede ser contraproducente y disociativo. Porque si estamos frente a, por ejemplo, liderazgos tóxicos o estamos enfrentando un cambio importante o una crisis como empresa, la llegada de noticias corporativas que informen sobre quiénes están de cumpleaños, puede parecer hasta una burla.
Porque la verdad es que las comunicaciones internas son un conjunto de estrategias que mantienen alineados a todos los miembros del equipo. Facilitan la transmisión de información, ideas y objetivos entre departamentos y niveles jerárquicos, lo que promueve la cohesión, la colaboración y el alineamiento de todos hacia metas comunes. Además, fomentan un ambiente de trabajo transparente y abierto, donde los empleados se sienten valorados y escuchados, lo que a su vez aumenta la moral, la motivación, el sentido de pertenencia y la productividad.
Pero para conseguir esto, la clave está en no decidir en base a supuestos, sino desde la realidad, y, para ello, es imprescindible hablar con el equipo y realizar un diagnóstico certero sobre sus desafíos, su sentir, sus anhelos, visión, miedos y sobre lo que quieren saber y el medio mediante el cual realmente se informan. Nuestra experiencia en este ámbito nos permite adelantar que, si lo haces, te sorprenderías con los resultados, pero son estos los que te llevarán al siguiente nivel en tu organización, generando una comunicación interna alineada a tu visión que no sólo facilita el éxito, sino que también atrae a nuevos talentos.
Fuente: LRM Comunicaciones