Advierte el Colegio de Kinesiólogos que se debe actuar de manera coordinada y oportuna.
Los desastres naturales, a los cuales nuestro país se ha tenido que enfrentar en reiteradas ocasiones a lo largo de su historia, siempre dejan víctimas, heridos y damnificados. Muchos de los damnificados son derivados a albergues en condiciones de hacinamiento de las personas y se presentan daños en la infraestructura, tanto de viviendas como de establecimientos que pueden afectar el normal funcionamiento de servicios de salud, especialmente en la atención primaria, instancia clave para enfrentar los impactos en la salud pública que tienen este tipo de lamentables sucesos.
Existen numerosos reportes que demuestran que posterior a cualquier evento de desastre natural, las infecciones aumentan progresivamente hasta varias semanas después, donde alcanzan los máximos niveles. El impacto en la salud de la población enfrentada a estos fenómenos es variable y depende de la magnitud y tipo de evento, así como también, de las condiciones medioambientales y poblacionales locales.
Si consideramos que los recientes acontecimientos del norte de Chile implican principalmente inundación y destrucción de zonas urbanas, podemos esperar la aparición principalmente de enfermedades infectocontagiosas digestivas y respiratorias, producidas por la contaminación del agua, transmitida por vectores o por condiciones ambientales desfavorables.
El frío y la humedad son los principales factores para la aparición de enfermedades respiratorias, especialmente en los grupos vulnerables como los niños menores de 5 años, adultos mayores y portadores de enfermedades crónicas, en quienes las consecuencias siempre son de gran impacto a su salud. Sumado a esto, el hacinamiento de los albergues o las insuficientes condiciones sanitarias de los hogares afectados, pueden generar brotes que deben ser atendidos oportunamente.
Respecto a lo anterior, el Kinesiólogo Eduardo Tognarelli, Vicepresidente del Colegio de Kinesiólogos y experto en Terapia Respiratoria nos comenta: “Conscientes de los riesgos sanitarios de la población afectada por las inundaciones del Norte de Chile, el Colegio de Kinesiólogos se encuentra organizando un voluntariado de profesionales dispuestos a ir en ayuda de nuestros compatriotas afectados, debidamente coordinados con la autoridad sanitaria”. Consultado respecto de qué puede hacer la población afectada para prevenir las enfermedades más frecuentes, el profesional señala: “Las medidas de higiene son cruciales; el consumo de agua potable y la limpieza de utensilios y superficies son las medidas que primero deben tomarse. Para las enfermedades respiratorias, el ventilar, asear y secar casas, junto con medidas de cuidado personal como abrigarse adecuadamente con ropa seca y evitar en lo posible ambientes contaminados, pueden aminorar el impacto de esta compleja situación.”
El Colegio de Kinesiólogos ha puesto a disposición su sede en Joaquín Díaz Garcés 090 de la comuna de Providencia para organizar donaciones y el mail contacto@ckch.cl para la organización del voluntariado de kinesiólogos debidamente acreditados.
Fuente: Kontakto Comunicaciones.