- Académico de la Universidad de Talca destacó que la correcta higiene dental se basa en estrategias que permiten mantener los dientes sanos, a lo que se suma visitas periódicas al dentista.
- Masticar objetos duros, fumar o consumir diariamente té o café, incluso usar cepillos inadecuados, son factores que repercuten negativamente en la cavidad bucal.
La higiene dental y la visita periódica al dentista -al menos dos veces al año- son fundamentales para evitar enfermedades que puedan comprometer la salud. Sin embargo, hay una serie de malos hábitos que contribuyen a generar las condiciones ideales para que los dientes y cavidad bucal sufran diferentes tipos de afecciones. Así lo explicó el académico y director de Postgrados y Especialidades Odontológicas de la Universidad de Talca, Vidal Pérez Valdés, quien detalló una serie de prácticas, muchas de ellas cotidianas, y que ponen en riesgo nuestra salud bucal.
“Lo primero es que el consumo de alimentos altos en azúcares es el principal factor de la enfermedad de las caries. Sin embargo, hay otros hábitos que pueden dañar la estructura dentaria, como morder objetos, comerse las uñas o masticar hielo. Eso impacta negativamente en el esmalte, que es la parte blanca de los dientes que, si bien es resistente, también es frágil. Por eso, al masticar cosas duras podemos fracturar o crear microfracturas en los dientes que no se ven a simple vista”, indicó el odontólogo.
Asimismo, el académico destacó que, el hábito diario de “tomar té o café o fumar de forma regular, también pueden generar problemas bucales, como la tinción de los dientes, tornándolos de un color más amarillento debido a la estructura porosa del esmalte dental”.
“En el caso de los fumadores, todos los compuestos químicos que tiene el cigarrillo, favorecen el desarrollo de enfermedades como gingivitis, que es el sangramiento de la encía o enfermedades más complejas como la periodontitis, que es cuando el diente pierde soporte óseo y comienza a soltarse”, añadió.
Algunos cítricos también tienen efectos en los dientes. El académico de la Facultad de Odontología de la UTalca, recalcó que, “se ha demostrado que, al consumir alimentos ácidos, por ejemplo, el limón, es recomendable esperar un tiempo antes de cepillarse porque la acidez de estos alimentos produce un debilitamiento del esmalte dental, que es el escudo protector frente al avance de la enfermedad de caries”.
Si hay dolor, se debe consultar a un dentista
La prevención es la mejor herramienta para evitar enfermedades bucales. Desde la autoexaminación hasta la visita periódica al dentista puede ayudar a evitar enfermedades y tratamientos más complejos, así como estar atento a la aparición de cualquier tipo de dolor en la boca.
“Si existe dolor en la cavidad bucal y este se prolonga por varios días, algo debe estar pasando. De la misma forma, si las encías están un poco rojas o sangran ante el lavado de dientes, o si en la lengua y mejillas hay ciertas manchas o lesiones de color blanco o rojo, son otros antecedentes que se deben considerar para una visita al dentista”.
Si bien cepillarse los dientes con pasta fluorada es la principal forma para mantener la higiene bucal, el académico utalino recalcó que existen “una batería de instrumentos como el hilo o las cintas dentales y cepillos especiales que se deben considerar para limpiar los espacios entre los dientes. Sin embargo, todos estos elementos deben ser indicados por un especialista, porque lo importante es saber usarlos”.
En el caso del cepillo, también existen algunas consideraciones. “Se debe renovar cada tres meses, usarlo al menos 2 veces al día y el cepillado debe durar de 2 a 3 minutos. Hay que utilizar un cepillo de cerdas suaves, para hacer un masaje tanto de la superficie del esmalte como de la encía”.
Fuente: Universidad de Talca