- El fonoaudiólogo Jorge Valdés, académico de la Universidad San Sebastián, explica qué funciones pueden verse afectadas luego de un traumatismo encéfalo craneano y cómo tratarlas con especialistas.
Hace unas de semanas, el padre de la cantante Shakira, William Mebarak -de 90 años de edad- sufrió una caída que le generó un traumatismo encéfalo craneano, por lo que debió ser hospitalizado. Este miércoles, la artista publicó en sus redes sociales un video realizándole actividades cognitivas, para recuperar funciones que se vieron afectadas por el accidente. La pregunta que surge es: ¿por qué Mebarak tiene que realizar sesiones de rehabilitación cognitiva?
Cuando una persona sufre un golpe en la cabeza, no necesariamente se afecta el cerebro en el sitio del golpe, sino que puede ocurrir en distintos lugares por mecanismos de contragolpe, ya sea de manera focal o difusa. Esas lesiones pueden generar un amplio abanico de situaciones, como problemas de memoria, problemas de atención, dificultades motoras, déficit sensorial, entre otras.
Es por eso que, en personas que han tenido este tipo de accidentes, es fundamental una intervención cognitiva, que permita entregar estrategias para mejorar las funciones que se encuentran deficientes. Más aun, cuando se trata de personas mayores, que por los cambios cerebrales propios del envejecimiento, tienen mayor posibilidad de sufrir una baja en su rendimiento cognitivo.
El fonoaudiólogo Jorge Valdés, académico de la escuela de Fonoaudiología de la Universidad San Sebastián y director del Diplomado en Neurorehabilitación Fonoaudiológica en Adultos, manifiesta que esas dificultades cognitivas pueden también afectar la comunicación, lo que se reflejaría en una persona más callada, que se distrae con mayor facilidad mientras conversa con alguien; dificultades para comprender instrucciones más complejas, por lo que se requiere constantemente repetirle las cosas; problemas para hilar una idea con otra, afectando sus habilidades descriptivas o conversacionales, entre otras.
En este caso es fundamental una intervención no sólo centrada en el paciente, sino que incorporar a la familia y a su entorno, para que todos puedan conocer las estrategias con las que se trabajan y para que se puedan realizar las adaptaciones necesarias en su hogar y de esa manera poder conseguir, con mayor probabilidad de éxito, la funcionalidad cognitiva comunicativa.
Fuente: USS