Para Rodrigo Martin, subdirector de Smart City Lab de la Usach, el proyecto del gobierno generará una distribución en el territorio mucho más equitativa.
La semana pasada, el gobierno anunció un nuevo trazado para el proyecto de tren Santiago-Valparaíso, el que contempla las estaciones intermedias de Limache, La Calera, Llay Llay, Til Til y Batuco. Por su parte, las paradas de inicio y término serán El Salto, en Viña del Mar y Quinta Normal, en Santiago, respectivamente.
El anuncio ha generado una serie de críticas por el tiempo de demora de 1 hora y 30 minutos entre sus extremos y por no incluir a Valparaíso como destino, con varios analistas añorando la idea del tren rápido.
Para Rodrigo Martin, subdirector de Smart City Lab de la Usach, este nuevo trazado es mucho mejor. “Tiene una lógica distinta, recupera un trazado ya existente por lo cual la inversión es relativamente menor. Opera más bien en una lógica de desarrollo suburbano de generación de conurbación con ciudades menores. En el fondo, va a hacer una integración territorial, permitiendo que las personas que vivan en esos lugares se muevan con mayor facilidad”.
“Se va a transformar en una especie de tren de cercanía, no con el objetivo de llegar en un plazo más corto, sino en un transporte que integra centros urbanos pequeños y rurales, generando una distribución en el recorrido mucho más equitativa”, dijo.
En ese sentido, señaló que mantiene los beneficios que significa viajar en tren en vez de un bus. “Integra todas esas zonas interiores, siendo mucho más confiable en términos de regularidad y rigurosidad, con horarios más fijos y sin depender de congestiones y saturaciones”.
Finalmente, el académico de la U. de Santiago fue claro: “la comparación con el tren rápido es mañosa, porque es un modelo de concesión de una tecnología más cara. Además, no viene a reemplazarlo, en el futuro, si la economía mejora, se podría realizar igual”.
Fuente: Usach.