El Ozempic es el fármaco del momento, viral en redes sociales y agotando su stock en el último tiempo. Dos médicos de la Universidad de Santiago reflexionan sobre su impacto y uso.
Fue el año 2020 cuando el Ozempic, un medicamento para tratar la diabetes llegó a Chile. Venía precedido de una inusitada popularidad en Estados Unidos producto de sus efectos que ayudan a bajar de peso.
El procedimiento consiste en una inyección que se aplica semanalmente, a diferencia de otros fármacos que se inoculan de forma diaria.
Se trata, explica la Dra. Georgina Renard, Directora del Centro de Investigación Biomédica y aplicada (Cibap) de la Escuela de Medicina de la Usach, de un análogo del GLP-1. “Es (el GLP-1) una molécula endógena que tenemos en el cuerpo y que entre otras funciones hace actuar las células beta del páncreas, las que liberan insulina. Este fármaco es similar, por lo tanto, actúa en el mismo lugar, pero además, se degradan menos que el GLP-1 endógeno”, dijo.
Y si bien este medicamento es más conocido para el tratamiento de la Diabetes tipo 2, el Dr. Sergio Díaz Wevar y académico de la U. de Santiago reveló que el Ozempic partió al revés, como uno para bajar de peso. “Después se reenfocó”, sostiene.
“Ha demostrado tener muchos beneficios que no habíamos visto, de ahí a que sean milagrosos, no”, señaló el especialista en diabetes respecto a este fármaco que aún no tiene oficialmente la indicación en nuestro país como método para adelgazar.
Entonces, ¿es recomendable para personas no diabéticas? Ambos especialistas aseguran que sí, pero con prescripción médica y en casos que realmente tengan una indicación real.
“Es un medicamento como cualquier otro que tiene potenciales efectos adversos. Lo pueden ocupar siempre que exista esta indicación, como obesidad tipo 1 o factores de riesgos cardiovasculares, entre otras complicaciones del sobrepeso. Si es por tema estético, que no tiene un compromiso de salud riesgoso, ni este ni otro fármaco”, advirtió el Dr. Díaz.
Por su parte, la especialista en farmacología clínica también es clara al respecto: “No pueden usarse sin supervisión médica, porque no todas las personas responden de la misma manera. Además, siempre se tiene que tener reguladas las dosis por tomar”.
Finalmente, ambos concuerdan que bajo este parámetro el Ozempic es bastante útil y seguro. “Hay receptores de esta moléculas en distintas partes del cuerpo, por ejemplo en el cerebro, donde hay distintos núcleos que regulan el apetito y así ayudan a disminuir la ingesta de alimentos”, cerró la Dra. Renard.
Fuente: Usach.